Cuánto cuesta una vida

Ángel Carrillo

Vertebral

México /

Qué pensarán aquellos que ocasionan un accidente automovilístico y dejan a personas heridas a su suerte, qué pensarán las familias afectadas al tratar de sacar "raja" de las lesiones o muerte (en el peor de los casos) de sus seres queridos, cuánto cuesta una vida, tásela, multiplíquela por diez billones y apenas tendrá un ligero atisbo del valor cuantitativo de una persona.

Hemos tenido noticias lamentables, casos funestos todos, desde cualquier punto de vista. 

Recordamos el caso de Edgar Jair y Kenia, dos jóvenes que viajaban a bordo de una motocicleta en la colonia Niños Héroes de Gómez Palacio cuando un camión de Sideapa (el órgano regulador de agua en Gómez Palacio) los impactó provocándoles la muerte, a uno de forma instantánea y a la otra un día después.

El conductor del camión, seguramente arropado por un sindicato leonino y voraz, huyó, dejó los cuerpos de los chamaquitos tirados en el piso, pensó primero en él, es más olvidó que llevaba a un copiloto y que fue finalmente él quien pagó los "platos rotos".

También traigo a cuenta el caso de Julio César Rivera García, un joven que iba a la escuela y fue atropellado por un coche, pero en este caso la situación fue contraria, según el responsable, él y su familia jamás se escondieron de la acción de la justicia, pero los afectados trataron de sacar ventaja: 

Primero les pedían 80 mil pesos, después 150 y finalmente (hace un par de días) solicitaban 250 mil ¿Por qué? 

Dónde dice cuánto cuesta un brazo roto, un dedo amputado, una pierna lacerada, posiblemente no valgan 250 mil, sino dos millones de pesos o siete, pero en todo caso deberíamos permitir que los especialistas sean quienes indiquen el monto para resarcir el daño, pero no los "abogaduchos" que, como hienas, están al acecho para sorprender a la gente, creo que deberían ser las fiscalías quienes deberían fijar los montos.

Hoy me refiero al caso de Marina, una chica que resultó severamente lesionada cuando viajaba como copiloto de un joven, el cual conducía alcoholizado y hasta donde sabemos, drogado. 

En el accidente Marina tuvo una fractura de columna vertebral (quedó en cinco partes), una costilla rota le perforó el riñón y el joven responsable jamás, jamás la buscó en el hospital. 

Hoy Marina y su familia deben un millón 300 mil pesos de cuenta en un hospital y no tienen dinero para pagar. 

Dónde está el chico que originó el accidente, dónde están las familias y sus consciencias, porque podremos evadir la acción de la justicia, pero el costo de nuestros actos lo llevaremos implícito siempre y recuerde que estamos destinados a pagar (bajo cualquier término) nuestras cuentas, de una forma o de otra.

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