Ocurrió este fin de semana. Autoridades de la Comisión Federal de Electricidad emprendieron sendos operativos en las colonias Hacienda El Rosario y Residencial Senderos de vivienda media alta y residencial, debido a que había indicios claros de robo de energía.
El operativo comenzó cerca de las diez de la mañana en los dos sectores, trabajadores de la paraestatal con "gadgets" en mano, detectaron 304 domicilios con dispositivos conocidos como "diablitos" y dos de ellos conectados directamente de la red y un restaurante operando sin pagar lo consumido, porque tenían "truquito".
Entiendo, ojo, entiendo pero no justifico a las personas de escasos recursos, pero la gente que tiene una determinada posición que le permite comprar una casa de tres o cuatro millones de pesos, en esos casos ni entendimiento, mucho menos justificación.
Todos en este país debemos pagar el servicio, me guste o no, le guste o no o les guste o no, porque simplemente se trata de un único proveedor en el mercado, el gobierno por cierto, es decir, un monopolio que nos obliga a alinearnos con el servicio, pero me parece irrisorio que unos paguemos la tarifa y que otros, pobres o ricos, no, por eso los constantes apagones, por eso la sobreexposición de los transformadores.
A pesar de que este medio de comunicación no exhibió en ningún momento los nombres y mucho menos los rostros de los "colgados", esa gente se molestó porque estuvimos presentes en los operativos y captamos las imágenes de las residencias que fueron señaladas por los propios inspectores que tenían evidencias de que sus conexiones presentaban irregularidades, a pesar del ilícito, la Comisión Federal de Electricidad además de interrumpir el servicio de 304 usuarios o viviendas, les ofreció instalar módulos cerca de los exclusivos sectores para que los propietarios se acercaran y arreglaran la situación mediante la contratación formal del servicio.
¿Así hubiera pasado con los pobres, los que no tienen para subsistir? Nunca he estado de acuerdo con la polarización, pero en este caso vale la pena poner en perspectiva las clases sociales.
Los mensajes que recibí iban desde la petición de disculpas públicas por haber exhibido las casas señaladas por la paraestatal, hasta la amenaza del ejercicio judicial por revelación de datos personales ¿Cuáles?
Por cierto, y está bien, pero el delito principal, el robo de energía eléctrica, ese quién lo está ejerciendo.
En el país del revés donde "nada el pájaro y vuela el pez".
angel.carrillo@multimedios.com
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