¿Qué tal, amigos de Telediario? Mire usted, estos últimos días han sido muy extraños. Y le digo que extraños porque pasaron dos hechos muy, muy pesados para esta comunidad. Por un lado, hubo una explosión de una casa que se utilizaba como almacén de pirotecnia en el municipio de Pesquería.
Por lo menos, 50 casas resultaron dañadas, por lo menos, 5 de ellas totalmente destruidas, ya no tendrán, ya no tendrán reparación, y lo más lamentable son las vidas perdidas.
Por lo pronto, es muy lamentable que entre las los fallecidos haya 2 jovencitas de 15 años que ninguna culpa tenían en el almacenamiento, y mucho menos en las consecuencias que se derivaron de esto. Decenas de personas, también, durmiendo fuera de sus hogares, porque están inservibles.
Por el otro lado, en San Pedro, también hubo una fiesta clandestina de jóvenes menores de edad, donde ingerían bebidas alcohólicas, y ninguna autoridad ni ningún vecino se dio cuenta cuando se organizaba y cuando ingresaron estos jóvenes, en donde también ingresaron cantidades industriales de alcohol y de otras sustancias, vaya usted a saber cuáles.
Pero mire, quiero ponerme en una narrativa moralina, de juzgar a estos jóvenes y a esta sociedad. No es la primera vez, no es la primera vez, no será la primera ni la última vez que pasan este tipo de reuniones. Qué bueno que socializan a los jóvenes, pero qué malo que ocurra en donde es el municipio que presume mayor seguridad de México.
Y lo digo porque tal vez están fallando los controles parentales, tal vez está fallando también la seguridad ciudadana de quiénes ingresan a nuestra colonia y quiénes ingresan a las casas que ahí están, porque ahora resulta que la casa era rentada, que nadie sabe quién es el propietario, seguramente se están ocultando cosas. Pero dejemos de lado eso y volvamos a quiénes somos como sociedad y qué está pasando.
Mire, gracias a un aparato como el celular, que casi todos tenemos, conocemos o sabemos qué está haciendo nuestro artista favorito al otro lado del mundo en tiempo real, pero no sabemos quién es nuestro vecino ni qué está pasando al otro lado de nuestra casa, y por eso ocurren tragedias como la de Pesquería, y por eso ocurren reuniones fuera de control, como la de estos jóvenes en San Pedro.
Vamos a analizar qué somos como sociedad y qué uso le estamos dando a estos aparatos para poder saber quién está del otro lado del mundo, pero también quién está del otro, del otro lado de la línea y del otro lado de nuestra casa.
Hay veces que del otro lado de esta línea está un estafador, está alguien que es un tratante de personas, o simplemente alguien que nos quiere jugar una mala broma. Analicemos como sociedad qué estamos haciendo con la tecnología, hacia dónde vamos y para qué la estamos utilizando. Pero, ¿usted qué piensa?
Soy Javier Sepúlveda. Hasta la próxima.
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Mi carrera periodistica inició en 1991 como reportero de nota policiaca y política en El Diario de Monterrey, hoy Milenio. Hice columna policiaca y política, editorialista durante 25 años, he sido Jefe de Información, subdirector y Director Editorial de Milenio Monterrey. Actualmente colaboro como analista político en las plataformas de radio y televisión de Grupo Multimedios.