Debut y despedida

Este fin de semana veremos cuatro óperas primas, un par de ellas decepcionantes y el otro par un poco más interesantes. El tiempo dirá si este cuarteto de director@s sobrevive en el difícil arte de la creación cinematográfica.

Observados

Calificación: 1 Estrella

Decepcionante resulta el debut, con esta historia de terror fantástico, de Ishana Night Shyamalan hija, como podrán suponer, del director estadounidense de origen indio del mismo apellido impronunciable.

Una joven debe viajar al oeste de Irlanda a entregar un perico a un zoológico local (¡!). En el trayecto, la chica se pierde, de manera inexplicable por lo demás (en cuando ves que se acaba la carretera, mija, no sigues adelante).

“Algo”, que ya vimos en la introducción previa a los créditos y que le resta misterio por lo demás, acecha y ataca a las personas extraviadas en el bosque. Cuando la joven está más desesperada, de la nada aparece una anciana que le ordena entrar a una casa, si quiere salvar la vida. En el inmueble hay otros dos jóvenes, una chica y un chavo.

Una vez adentro, debe escenificar frente a un espejo enorme que da hacia el bosque, una especie de presentación teatral, algo absurda y ridícula por lo demás. Se supone que del otro lado del espejo, el vidrio funciona como ventana y permite a unos “seres” observarlos (los “observadores” del título original). Los seres solo salen de noche, no soportan la luz solar, así que los 4 rehenes pueden deambular por el bosque durante el día y regresar al refugio al caer la tarde. Pero la joven interpretada por Dakota Fanning no piensa pasar el resto de su vida ahí y se la pasa planeando como escapar del bosque encantado.

Hay mucho, demasiado, del papá en esta primera película de Ishana Night. De repente suena a “Señales”, luego a “El incidente”, o a “La aldea” y hasta a “Llaman a la puerta”, la última peli del padre Shyamalan. Y así como el papá la cruzazulea con los pésimos finales de sus filmes (excepto “El sexto sentido” y “El elegido”) la hija arranca mal desde el principio.

Luego se van acumulando hechos que no agregan nada a la historia central, como las escapadas nocturnas de la chica en la ciudad, disfrazándose con pelucas; o el sentimiento de culpa no resuelto por la muerte de su mamá en un accidente automovilístico. Y así hasta llegar al larguísimo epílogo, para tratar de explicar y darle sentido a todo lo que vimos antes.

El colmo es el uso del recurso bajo de los videos y audios grabados para llenar vacíos en el guion. Demasiado deus ex machina, demasiadas soluciones sacadas de la manga.

Y por último, la actuación de Dakota Fanning, en lucha permanente por rescatar algo del encanto que tenía cuando era una actriz infantil. El hecho de que ponga cara compungida durante toda la película, no significa que la sigamos en el desarrollo del sufrimiento de su personaje amargado. Claro, por lo demás, eso también hay que suponerlo.

Carnada

Calificación: 2 Estrellas

Más interesante resulta el debut en la dirección de Hayley Easton Street, con esta película, aparentemente del género de supervivencia frente a un animal salvaje, y más específicamente del casi trillado subgénero del humano enfrentado a un tiburón.

Se trata de una historia circular que abre y cierra con una pareja que enfrenta un evento traumático que la distancia primero y luego la reúne. Ambas mujeres coinciden en una isla paradisíaca con otras tres grandes amigas, porque una de ellas se casa al día siguiente. Como despedida de soltera, la hiperactiva del grupo, Cam, renta una destartalada lancha para ir a una isla solitaria. Ahí, súbitamente una de ellas es atacada por un tiburón que casi le arranca una pierna. En la desesperación por regresar a tierra firme, el fondo de la lancha choca contra un arrecife, se parte y se hunde, dejando a las cinco mujeres a la deriva en alta mar. Para colmo, la futura novia no sabe nadar. Y el tiburón va siguiendo el rastro de sangre.

Aquí, donde la película podría sumarse a la lista de filmes de mera supervivencia, como “Mar abierto” o “Miedo profundo” (ambas excelentes), se convierte en una historia de mujeres que son amantes, amigas o familiares (la novia se va a convertir en cuñada de Cam). De amigas dispuestas al sacrificio, de amantes que no cerraron ciclos. De personajes cargados de sentimientos y emociones, que van a aflorar ante lo intempestivo de las circunstancias. Ante este caudal de sentimientos, el tiburón es un mal menor.

Dirigida por una mujer, con guión escrito por una mujer e interpretada 99.9% del tiempo en pantalla por cinco mujeres, la película -creo- tiene un feeling especial, por encima de lo que podría haber sido una simple cinta de cinco chicas tratando de sobrevivir al ataque de un tiburón. Por lo menos, palomera sí es.

Bad boys, hasta la muerte

Calificación: 1 Estrella

Los conocimos como “Dos policías rebeldes” ¡en 1995!, en el thriller de acción con el que debutó el taquillero director Michael Bay. Casi 30 años después, asistimos a la cuarta película de esta franquicia que se revive cada que se le ocurre a alguien, sin una lógica temporal o cronológica: la primera secuela se filmó ocho años después, y entre la 2 y la 3 pasaron ¡17 años! Lo que son las cosas, repiten tanto en cable las películas anteriores que parece que son de apenas hace unos años. Pero la edad ya se le nota a los protagonistas (tenían casi 30 años cuando iniciaron, ahora tienen casi 60).

Pero bueno, aquí estamos de vuelta en Miami, Florida, con este par de agentes con una amistad a prueba de balas, interpretados por Will Smith y Martin Lawrence. Paramilitares y narcos se alían para desprestigiar la memoria del jefe Howard y de paso para incriminar también a este dúo dinámico. De perseguidores se convertirán en perseguidos, e incluso sus compañeros irán tras ellos. Así que nuestros héroes tendrán que ingeniárselas para desbaratar el compló y limpiar sus nombres.

La estructura de la película funciona, porque es la misma del esquema que dejó Mr. Bay: una acción desenfrenada a partir de persecuciones y balaceras, y un humor simple, casi autoparódico. Así que la trama no importa mucho; lo importante es ver a Will Smith agarrar a cachetadas guajoloteras a los malosos. Y de eso hay mucho. Esperemos la quinta parte, por ahí del 2035.

Un afortunado soñador

Calificación: 1 Estrella

A pesar del título, el bautizo del actor Chris Pine como director, es bastante desafortunado, en esta historia que pretende ser una elegante comedia de detectives, un neo noir salpicado de profundas reflexiones.

En Los Ángeles, un aspirante a gurú que sobrevive limpiando la alberca de un elegante complejo de departamentos (de ahí el título original “Poolman”) descubre una intrincada trama para huachicolearse el agua de la ciudad. Al frente de una extravagante trouppe, el hombre se involucra cada vez más en el asunto, con el objetivo de desentrañar el misterio criminal.

Lenta, sin ritmo, la película transcurre como la anodina vida de Darren Barrenman, el personaje principal de la película.

A pesar de las buenas intenciones de Pine, el actor paga el precio de ser el productor, director, coescritor y protagonista de la película. El que mucho abarca poco aprieta, dice el refrán. Y la película naufraga a pesar de elenco que incluye a la admirada Annette Bening, la entrañable Jennifer Jason Leigh y el querido Danny de Vito.

Adolfo

Calificación: 2 Estrellas

Cinta intimista mexicana, ópera prima de Sofía Auza, premiada en el festival de Berlín en 2003 y presentada hace unos meses en el Festival Internacional de Guadalajara.

Dos extraños coinciden una noche en la parada de un autobús que acaba de partir, y el siguiente no pasará hasta el día siguiente. Él acaba de perder a su padre, ella acaba de salir de un centro de rehabilitación. Dos almas a la deriva que se contarán sus vidas y compartirán algunas experiencias que marcarán sus existencias, sabiendo que al día siguiente se despedirán y no volverán a saber uno del otro.

Véala, si encuentra una sala cercana y un horario decente.

Ah, el Adolfo del título es un cactus que le heredó el papá al joven.

-D