Intensamente: Una mente tan intensa... o más

Roberto López

Cinefilia

México /

La intensidad domina los estrenos de este fin de semana; intensidad en las emociones, intensidad en los sentimientos y en las convicciones. La mejor y más intensa, sin duda, es una de las secuelas más esperadas y que cumple con creces las expectativas de los fans de Pixar.

Intensamente 2

Estrellas: 4/5

Casi una década después, llega la secuela de la más adulta de las grandes películas de Pixar. La productora que ya nos tenía acostumbrados a filmes excepcionales, muy por encima del promedio de las cintas con el concepto de “princesas” habitual en los productos de Disney, presentó en 2014 una historia que bajo la envoltura sencilla de una película “infantil”, resultaba ser una extraordinaria máster class sobre la sicología de las emociones que coexisten y cuándo y por qué unas predominan sobre otras en una persona (alegría, tristeza, ira, temor y desagrado).

“Intensamente” era o es una película perfecta. Curiosamente, cuando se anunció la segunda parte, la reacción inmediata fue de mucho entusiasmo: el público había quedado con ganas de más. Pero como la vara había quedado tan alta, por alguna rendija se colaba el temor de que la continuación no estuviera a la altura.

Pues adiós temores (una emoción, por cierto). Los genios de Pixar lo volvieron a hacer. “Intensamente 2” es igual de divertIda, igual de profunda e igualmente inteligente que su antecesora. Combina una historia simple pero interesante (un campamento de fin de semana de la protagonista), un conflicto que mueve la historia (el choque de las emociones que ya conocíamos con otro grupo de emociones recién llegadas), pero sobre todo esa intención didáctica de explicar qué significa ser, en este caso, una adolescente.

La pequeña Riley ha crecido y, como todo crecimiento implica, hay cambios: físicos, hormonales y por supuesto, emocionales. Al entrañable grupo que conocimos (identificadas por vistosos colores y divertidos comportamientos) se suma de sopetón, como ocurre el cambio de niño a adolescente, una nueva serie de emociones: ansiedad, envidia, aburrimiento, vergüenza. Bienvenida Riley (y público) a esa edad de ruptura en la que se abandona la (quizá) inocencia de la niñez y entramos a una etapa en la que todo es un torbellino y que recién apenas se empieza a estudiar (porque si alguien ha tenido siempre “mala prensa” es la adolescencia). “Intensamente 2” es un himno a la adolescencia.

Si en la primera parte quien llevaba la sartén por el mango en el cerebro de Riley era Alegría, en “Intensamente 2” veremos cómo la Ansiedad (la gran pandemia del siglo XXI) se apodera del centro de mando y cómo lleva a la jovencita hacia una crisis y casi el colapso. Pero porque Riley tuvo una infancia saludable (la dejaron “ser niña”), saldrá adelante para modelar a su gusto qué adulta quiere ser.

Es increíble cómo quienes tenemos o hemos tenido hijos adolescentes, o quienes recuerdan cómo fue su adolescencia se sienten tan identificados por cada momento que va pasando Riley. En eso consiste el encanto de la película y su trascendencia. Sin sermones, sin grandilocuencia, nos muestra cómo son o somos o fuimos. Y por qué.


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  • Roberto López
  • Cinéfilo desde los 5 años, periodista con 37 años de ejercicio en distintas plataformas. Produce y conduce desde hace casi un cuarto de siglo, el concepto CINEFILIA. ¡Ah, y oaxaqueño!
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