En los pocos estrenos de este fin de semana, resaltan dos películas que presentan a un par de mujeres -una real y la otra ficticia- fuertes y su lucha por sobrevivir en un mundo de hombres. “Maxxxine”, desde el thriller con asesino en serie de por medio; y “La favorita del rey”, desde el melodrama histórico. Esta última tiene el atractivo extra de que marca la reaparición de Johnny Depp, después de la telenovela del juicio contra su ex.
Maxxxine
Calificación: 2 Estrellas
El director Ti West cierra con esta película el tríptico iniciado con “X”, una cinta que inicialmente parecía un homenaje-parodia al cine slasher de los años 70, pero que debido a su éxito tuvo de inmediato una precuela para contar el origen de la asesina serial que se despachaba a un infumable crew que rentaba un viejo cobertizo para rodar un film porno pretencioso.
Esta tercera parte regresa hacia adelante en el tiempo y retoma al personaje de Maxine, la única sobreviviente de la matazón de la primera peli, convertida en una estrella del cine “para adultos” en la década de los 80 (de nueva cuenta el director homenajea y parodia al cine slasher de bajo presupuesto de la época, con la iluminación y textura granulada del celuloide, aunque el homenaje se extiende al cine en general.
Mientras Maxine trata de dar el salto del cine porno al cine “serio”, un asesino serial acecha en Hollywood, matando a personas cercanas a la heroína. Un par de policías y un detective privado contratado por un personaje misterioso, acosan a la actriz y completan el cuadro de una película que apunta más al thriller que al gore.
Los fans podrían sentirse decepcionados y pensar que se trata de la película más floja de las tres, por ser la que contiene menos violencia explícita. Pero los espectadores que no han visto las anteriores, encuentran una historia interesante sobre una mujer que sobrevive a ese monstruo llamado Hollywood, más peligroso que la pareja de ancianos asesinos, de los que Maxine sobrevivió en la primera película.
Sobrevivir. Maxxxine es una película sobre una mujer que sobrevive a los prejuicios familiares, al fanatismo religioso de su padre, al machismo y doble moral de la industria porno y del cine “serio” y sobrevive a un asesino serial que, al final, resulta ser lo menos peligroso de la ecuación. Matan más el prejuicio y el fanatismo.
La favorita del rey
Calificación: 3 Estrellas
Entretenido pero blandengue drama de época, dirigido y protagonizado por la talentosa cineasta Maïwenn, que cuenta la increíble historia de Jeanne du Barry, una joven que salió de la miseria en la Francia rural del siglo XVIII y por su gracia, belleza e inteligencia, se coló a la corte del rey Luis XV, donde se convirtió en la amante favorita del monarca conocido como “el bien amado”, que le concedió incluso el título de Condesa. Tras la muerte del emperador, Madame du Barry fue desplazada de Versalles y acabó sus días corriendo la misma suerte que toda la nobleza de esa época: en la guillotina, barrida por la furia de la Revolución.
La película cuenta con un narrador en off, rápidamente la infancia y muerte de la mujer. Así que la película se centra en los años de esplendor de la condesa du Barry, cuando conoce y seduce al rey, su irrupción escandalizando a la Corte por la forma como se dirige hacia el monarca, por su forma de vestir y comportarse en los actos públicos. Pareciera que la directora quiso contar la historia de una mujer empoderada, disruptiva, fuera de la etiqueta de “prostituta” o “arribista” que durante mucho tiempo le colgó la historia oficial.
Con una fotografía más que hermosa (cada plano, cada encuadre, es una postal en la composición, color o iluminación), y una producción espectacular (ropajes, pelucas, escenarios), la película es palomera pero siento que le faltó intensidad a los momentos románticos (lo narrado no me convence de por qué el promiscuo rey perdió la cabeza por esta mujer) y dramáticos (el choque contra las envidiosas hijas del monarca).
Le resta también fuerza la elección de Johnny Depp (en su regreso a la pantalla tras el reality del juicio contra su ex, Amber Heard) como el rey. El maquillaje y vestuario del actor -quien se nota que hace esfuerzos extraordinarios para no gesticular de más, como acostumbra- ponen de nervios porque parece que en cualquier momento va a comenzar a caminar y hablar como el capitán Jack Sparrow, de “Piratas del Caribe”. Aunque es el secundario, la presencia de Depp sí disminuye mucho ante la avasalladora personalidad de Maïwen.
Finalmente, hay un personaje que se roba la película: el asistente del rey.
Mi villano favorito 4
Calificación: 1 Estrella
Totalmente prescindible, a menos que tengan hijos muy pequeños, inenarrable sexta película animada de esta franquicia que sigue colgándose de la, ahora, cuestionable “gracia” de los Minions, esos asistentes-secuaces de Gru, un villano a su pesar que acaba convirtiéndose en un héroe involuntario.
Armada con pedazos de historias (un nuevo hijo, una aventura de una de las tres pequeñas adoptadas -que no crecen, a pesar del paso del tiempo-, un villano emergente) que no cuajan ni concluyen, la peli no oculta su único sentido de filme-mercancía para fans que consumen lo que les den.
Ya la primera cinta era poco más que palomera. El resto es, definitivamente, carne de basurero.
El último escape
Calificación: 2 Estrellas
Drama basado en la historia real de un veterano de la Segunda Guerra Mundial que se escapa junto con su mujer del asilo de ancianos donde se encuentran confinados en Inglaterra, para cruzar el Canal de la Mancha y llegar a Francia a la conmemoración de los 70 años (2014) del Día D, el desembarco de las tropas aliadas en la playa de Normandía, para empezar a sellar el fin del conflicto bélico.
La película tiene también el valor de ser la última película de dos monstruos de la actuación: Glenda Jackson, en el papel de la esposa, actriz británica que murió el año pasado y sir Michael Caine, en un emotivo cierre de su prodigiosa carrera.
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Roberto López
Cinéfilo desde los 5 años, periodista con 37 años de ejercicio en distintas plataformas. Produce y conduce desde hace casi un cuarto de siglo, el concepto CINEFILIA. ¡Ah, y oaxaqueño!