Trascendió durante la semana, que el Presidente del Consejo de Vialidad de Torreón, Avelino Pérez echó del organismo a José Luis Hotema, Presidente del Consejo Lagunero de la Iniciativa Privada y a María Luisa Morales, la Presidenta del Clúster Automotriz de Torreón.
Ya antes, a inicios de año Omar Puentes, presidente del Colegio de Arquitectos fue corrido por Avelino (tenemos prueba de lo antes mencionado, a través de capturas de pantalla y un comunicado que los últimos despedidos redactaron).
Qué pasa en este organismo, qué ocurre con Avelino Pérez y con su forma de manejar un consejo ciudadano, que de ciudadano no tiene nada, por cierto, porque su presidente busca dos cosas solamente:
Primero hacer política en un lugar en el que el diálogo y la empatía deberían ser las banderas a ondear y segundo, engañarse y engañar a la sociedad y al gobierno para permanecer con el "reflector" encima.
Hay que recordar que Avelino Pérez fue destituido de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación de Torreón y para no estar "fuera de escena", el sujeto en cuestión creó una asociación civil denominada Asociación Canófila (uno de los requisitos para obtener una silla en el Consejo de Vialidad) y de ahí "pa´l real" ya se la sabe.
Considero que un Consejo debe estar integrado por notables en su ámbito, de cultura, económico, de administración, de movilidad, de urbanismo, no me imagino un consejo financiero con médicos veterinarios o con músicos, de ninguna forma, en todo caso los banqueros, los contadores, los auditores deberían ocupar un lugar, bueno el Consejo de Vialidad de Torreón está presidido por el líder de una asociación protectora de animales (que si me apura, no tiene ningunas credenciales para variar), porque no está Jorge Torres Bernal, un ciudadano, community manager, un hombre sensible en el tema de la movilidad porque camina por las calles, se percata y documenta las anomalías que percibe o Gabriel Dávila, un hombre que forma parte de varios colectivos ciclistas, en fin.
A mí en lo particular, Avelino no me representa, sus visiones definitivamente no son las mías, en cualquier ámbito:
Querer culpar a los restauranteros y propietarios de bares de los accidentes por el consumo excesivo de alcohol, sería tanto como culpar a los dueños de los moteles por las infidelidades, qué horror.
¡Ah! y como no me representa, no voy a volver a tomarlo en cuenta, para eso hay visiones reales, estudiadas, caminadas, con experiencia como la de Jorge y la de Gabriel.
angel.carrillo@multimedios.com
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