La amenaza de un artefacto explosivo al interior de una secundaria, al sur de Saltillo, provocó la evacuación de 650 alumnos y del personal docente de la institución, para permitir que expertos en materia de protección civil realizaran los trabajos para la detección de cualquier riesgo.
El director del plantel educativo, Aldo Vara, afirmó que de inmediato se activó el protocolo establecido para estos casos, y se evacuó a toda la población estudiantil de la secundaria número 28, Salvador González Lobo, ubicada en la colonia Agua Azul. Agregó que los padres de los estudiantes fueron informados sobre la situación y del regreso a casa de los alumnos.
Al lugar acudieron trabajadores de Protección Civil del municipio de Saltillo y del gobierno del estado, además de elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional, que, utilizando perros entrenados en la detección de artefactos explosivos, realizaron labores de búsqueda en las aulas, pasillos, talleres y patios de la institución educativa.
Tras dos horas de trabajos, las autoridades se retiraron descartando que existiera algún artefacto que pudiera significar un riesgo para los estudiantes y para la infraestructura de la institución educativa.
El director del plantel, Aldo Vara, aseguró que, por parte de los maestros y personal administrativo, se siguieron todos los protocolos, sin embargo, no quiso proporcionar información adicional, señalando que sería la Secretaría de Educación la que ofrecería todos los detalles sobre la activación de los protocolos para evacuar a los alumnos y al personal docente.
La Secretaría de Educación, confirmó que por la mañana de este lunes se recibió un mensaje alertando sobre la presencia de un artefacto explosivo al interior de la secundaria técnica número 28, por lo que de inmediato se activó el protocolo de actuación para situaciones de riesgo en las escuelas, evacuando a los alumnos, al personal docente, y dando aviso a las autoridades en la materia.
A través de un comunicado, la dependencia informó que no se localizó algún artefacto que pudiera considerarse un riesgo, y que se mantendrá una colaboración estrecha con la Policía Cibernética, a fin de que se pueda determinar el origen del mensaje que provocó la activación del protocolo de actuación.