Sergio Morales Buendía fue condenado a cinco años, siete meses y 15 días de prisión, luego de que fue declarado culpable por asesinar al perro Scooby, al cual lanzó a un cazo que tenía aceite hirviendo en el municipio de Tecámac, Estado de México.
Luego de una audiencia de dos horas, una jueza de sentencias de los Juzgados Penales de Chiconautla, Ecatepec, Estado de México, dictó la sentencia en contra del asesino del lomito.
Esto fue posible luego de analizar las pruebas correspondientes, testimoniales, periciales y documentales, la jueza impuso, en contra del asesino de Scooby, la sanción más elevada posible, la cual se encuentra establecida en el artículo 235 ter del Código Penal del Estado de México.
Sin embargo, debido a que el delito de maltrato animal es considerado menor en el Estado de México, Sergio Morales podrá obtener su libertad si paga una multa equivalente a 70 mil pesos, pero deberá portar un brazalete de localización mientras cumple su sentencia.
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Caso del perrito ‘Scooby’ de Tecámac
La mañana del 28 de mayo de 2023, Sergio Morales ingresó a una carnincería ubicada en el poblado de San Pablo Tecalco, municipio de Tecámac, donde agredió verbalmente al locatario y lo amenazó con un objeto punzocortante.
Sin embargo, cuando se encontraba saliendo del negocio, tomó a uno de los perros que se encontraban en el lugar y lo arrojó a un cazo, el cual contenía en su interior aceite hirviendo. El locatario, al percatarse de la situación cerró el tanque de gas y sacó al lomito.
Pese a ello, el perrito, que después sería identificado con el nombre de Scooby murió a causa de sus heridas.
El asesinato del can quedó grabado en video, ocasionado la indignación de colectivos animalistas, mismos que solicitaron a las autoridades la aprehensión del responsable. Dos días después, el 30 de mayo, Sergio Morales fue detenido en un inmueble de la alcaldía Coyoacán, en la Ciudad de México.
Mientras, los restos del lomito Scooby fueron resguardados por la organización sin fines de lucro Peludos Desamparados, misma que llevó a cabo los trámites para incinerar al lomito, mismo que ahora descansa en un nicho junto a su respectivo altar.
Aunque los dueños del perrito afirmaron que su nombre era Scooby, los protectores de animales decidieron bautizarlo con el nombre de Benito, debido a que así se llama la calle en la que fue asesinado.
“Descansa en paz Benito y vuela alto, muy alto, ahí donde te espera Dios para recibirte con su amor infinito. #JusticiaParaBenito”, señalaron a través de su cuenta de Facebook.
KT