MÉXICO.- El capitán Juan José Aguilar Talavera, piloto de formación militar que comandaba el avión que cayó el domingo en Coahuila con otras 12 personas a bordo, contaba con un historial notorio.
En 2006 fue detenido por presuntamente formar parte de una célula de narcopilotos al servicio del cártel de Sinaloa a la que se le acusó de haber introducido al país narcotraficantes colombianos, mientras que en 2011 piloteó el avión en el que se intentó traer al hijo del dictador libio Muamar Gaddafi a México.
Entre otros delitos, Aguilar Talavera y 10 personas más fueron indiciadas en 2006 por presuntamente haber participado en la logística para la introducción de un embarque de 5.5 toneladas de cocaína en un avión DC-9 decomisado en Ciudad del Carmen, Campeche, en abril de ese año, ilícito por el que el venezolano Miguel Vicente Vázquez fue sentenciado a 17 años de prisión.
El caso destapó una red de trasiego aéreo de cocaína desde África y Sudamérica hasta México y fue uno de los de mayor realce en el sexenio de Vicente Fox, pero aun cuando se informó en su momento que se le investigaría por el caso, del destino legal de Aguilar Talavera y si recibió sentencia alguna por ese proceso, no existen registros públicos.
Lo que se sabe es que solo cinco años después del affaire de Ciudad del Carmen, ya estaba volando de nuevo: en 2011 piloteó el Hawker 800 que, en una operación casi de película, tenía por misión extraer de Libia a Saadi Gaddafi para trasladarlo a México, donde habría de ocultarse en una villa en Nayarit.
Cuando supo del verdadero motivo del viaje (organizado por dos empresarios canadienses), Aguilar Talavera se negó a volar de Kosovo al desierto libio, según testimonios recogidos por la entonces Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada, ante la que tuvo que comparecer. Como la operación jamás se llevó a cabo, no enfrentó cargos.
Los antecedentes del capitán Juanito, como se le conocía en el mundo de pilotos, no son el único elemento irregular que surge a la luz tras el accidente.
La aerolínea a la que pertenece el avión siniestrado —TVPX Aircraft Solutions— no existe en términos concretos, aunque sí en lo legal.
Se trata de un cascarón legalmente constituido en Utah que presta servicios a extranjeros para que puedan poseer de manera anónima una aeronave en Estados Unidos, en donde la ley no permite que ciudadanos de otros países ofrezcan servicios de traslado aéreo.
Fuentes consultadas por MILENIO confirmaron que los dueños de la aeronave son originarios del Estado de México, pero se hallan blindados bajo contratos de confidencialidad firmados con el consorcio estadunidense.
En lo que toca a las actividades presuntamente delictivas de Aguilar Talavera, le llevaron a él y su hermano, Miguel, a ser detenidos por elementos de la Policía Federal en el aeropuerto de Tijuana el 17 de abril de 2006, acusados de traslado de indocumentados, lavado de dinero y trasiego de drogas.
Las notas de la época narran que se les detuvo tras aterrizar en una aeronave privada en la que viajaban cinco ciudadanos colombianos, una de ellas buscada por la DEA. La clave yacía en su manifiesto de pasajeros.
Entre las personas a las que los hermanos Aguilar Talavera trasladaban ese día se encontraba Diana Lorena Toro Díaz, boletinada por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos como operadora financiera del cártel de Sinaloa y de la red encabezada por Alejandro Flores Cacho, propietario de distintas aerolíneas usadas para trasiego de drogas, como LuzAair SA de CV.
Ella, los hermanos Aguilar Talavera y el resto de los colombianos recibieron orden de formal prisión por este y el caso de Ciudad del Carmen tres meses después. “Un juez federal decretó la formal prisión en contra de 11 personas —entre ellos cinco colombianos—, que presuntamente forman parte de una célula del cártel de Sinaloa, y que están relacionados con el cargamento de 5.5 toneladas de cocaína decomisadas en abril pasado en el aeropuerto de Ciudad del Carmen, Campeche”, informó el diario El Universal el 27 de julio de 2006.
mmr