MONTERREY.- La muerte de la pequeña Nicole no sólo entristeció y consternó a todo el vecindario de la colonia Morelos, sino también al resto de la comunidad.
La niña de tan sólo 7 años es una víctima inocente más, alcanzada por los efectos colaterales del combate al crimen, y de la propia disputa entre las células delictivas.
Estudiante del primer año de primaria, Nicole era la mayor de tres hermanos. El más pequeño es un bebé de apenas unos meses de nacido. Ella vivía en la calle California junto con su abuela, la pareja de ella, sus papás y sus hermanitos.
Por su edad y su carisma, la niña era parte de la alegría de la casa, además de que, al igual que sus seres queridos, era muy apreciada por todo el vecindario.
En el transcurso del martes, y mientras trataban de asimilar la tragedia, los deudos se preparaban para iniciar los servicios funerarios, lo cual estaba previsto para las primeras horas de la noche.
Mientras eso ocurre, las autoridades continúan con la búsqueda de los delincuentes que viajaban en el vehículo Pontiac color negro, que a su vez arrolló y le causó la muerte a la pequeña.
Trascendió que dicha unidad no cuenta con reporte de robo, aunque la localización del conductor y sus cómplices no ha sido tarea sencilla, por lo que continúan las indagatorias.
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