En 2012, las confesiones de un sujeto que asesinó a siete mujeres, por miedo a que lo denunciaran tras violarlas, causaron indignación entre la sociedad mexicana; se trata César Armando Librado Legorreta, El Coqueto, un conductor de microbús que utilizó su vehículo para cometer una seguidilla de crímenes en el Valle de México.
Hoy, a 11 años de la detención de El Coqueto, en TELEDIARIO te explicamos el caso.
Detención de ‘El Coqueto’
El 26 de febrero del 2012, la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM) y la Secretaría de Seguridad Ciudadana planificaron un operativo cuya misión era detener a un hombre peligroso, acusado de matar a siete mujeres y violar a una más.
La guarida del monstruo era un inmueble color verde, con portones oscuros, ubicado en el municipio de Tultitlán, Estado de México. De ahí sacaron caminando a un hombre de 29 años, delgado y con barba de pocos días. Vestía una sudadera gris y le apodaban El Coqueto.
Fue subido a una camioneta blanca de la dependencia, en la que fue llevado hasta la Subprocuraduría de Justicia, en el municipio de Tlalnepantla, Estado de México, donde confesaría una serie de crímenes sin delatar ningún sentimiento de sus ojos monótonos.
Confesión de ‘El Coqueto’
“Violé a ocho mujeres, de las cuales maté a siete por miedo a que me denunciaran”, dijo El Coqueto al inicio de su detención.
Frente a un fondo blanco con logos del gobierno del Estado de México y de la PGJEM, Librado Legorreta, quien todavía vestía la sudadera con la que lo detuvieron, confesó todos sus crímenes y su modus operandi.
Primer crimen
De acuerdo con la confesión de El Coqueto, su primer crímen fue cometido el 21 de junio del 2010, cuando una mujer subió a su unidad a las 05:00 horas en Valle Dorado, municipio de Naucalpan, Estado de México, con dirección a la Ciudad de México.
La mujer le pagó con un billete de 100 pesos y se dirigía al Auditorio Nacional; sin embargo, Librado Legorreta se detuvo en la clínica número 58 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), donde le aseguró que la aguja de la gasolina le estaba fallando. Le pidió a la joven que tomara otra unidad.
“Me regreso, me subo al micro y le digo ‘toma otro, porque mi carro sigue fallando’, me dice que ‘sí, que está bien’, pero que la deje más adelante porque ahí está muy oscuro. Me arranco de ahí mismo y ya no la bajo”.
Metros más adelante, en la colonia San Lucas, municipio de Tlalnepantla, Librado Legorreta se acercó a la mujer y le dijo que la violaría. Esto llevó a que ambos a un forcejeo, que terminó cuando la mujer tropezó con la pata de un asiento, ocasionando que el feminicida quedara encima.
El Coqueto comenzó a ahorcar a la joven, hasta que ésta se desmayó; ahí, aprovechó para violarla. Sin embargo, la víctima despertó y lo arañó en su rostro, provocando que el agresor la ahorcara nuevamente hasta desmayarla.
“Se vuelve a desmayar, yo pensando que la había matado. Me voy a Rincón Verde, pero por la avenida López Portillo. Llego a Rincón Verde y me meto a una calle oscura y antes de bajarla la vuelvo a violar analmente. Después de terminar de violarla le pongo solamente su pantalón, la bajo del micro y la dejo en un montón de tierra”.
Librado Legorreta escapó del lugar pensando que la había matado; no obstante, la joven despertó al cabo de unas horas y, sin saberlo, sería el testimonio principal que llevaría a la detención de El Coqueto meses más tarde.
Modus operandi de ‘El Coqueto’
Tras cometer su primer crimen de forma exitosa, El Coqueto adoptaría el mismo modus operandi: fingía que su unidad estaba dañada y le pedía a los pasajeros que bajaran, a excepción de una mujer, por lo general elegida al azar, a quien le aseguraba que la llevaría a su casa cuando la unidad se arreglara; pero sólo era una mentira para quedar sólo con ellas y agredirlas sexualmente.
Sin embargo, Librado Legorreta confesó que a veces escogía a víctimas vulnerables, como mujeres alcoholizadas o que se quedaban dormidas.
Segunda víctima
El 26 de noviembre del 2011, Librado Legorreta agredió de la misma forma a una mujer. Luego de violarla, revisó sus pertenencias y robó un teléfono celular. Posteriormente, tomó a su víctima inconsciente, colocó su brazo alrededor de su cuello y la ahorcó hasta la muerte.
Tercera víctima
El 25 de diciembre del 2011, cerca de las 23:30 horas, Librado Legorreta violó y asesinó a la tercera víctima de la misma forma que la anterior. Robó sus pertenencias: un teléfono celular, una chamarra de piel, un pantalón de mezclilla, un mallón negro, una playera, dos perfumes, una cartera y una plancha para el cabello; todo, a excepción del celular, se lo llevó a su pareja como un regalo.
El Coqueto aseguró que estaba casado con una mujer, a la que identificó como América; sin embargo, su sentencia reveló que únicamente vivía en unión libre en un inmueble de Tultitlán.
El celular fue empeñado en Izcalli del Valle por 500 pesos.
Cuarta víctima
Librado Legorreta recordó que a su cuarta víctima, antes de asesinarla, le avisó cuál sería su destino. Se colocó detrás de ella y le dijo que se iba a morir; incrédula, la joven preguntó el porqué, pero no tuvo respuesta. En realidad, quizás no la había.
Cuando fue detenido, El Coqueto nunca reveló los motivos tras sus crímenes, sólo aseguró que no entendía razones y solicitó que lo ayudaran psicológicamente.
“Cuando reviso su bolsa, le encuentro un celular Samsung touch, le encuentro otro teléfono marca Nokia, pero de esos viejitos y su cartera; en su cartera trae de 600 a 700 pesos. Ya para esto ya me quito de ese lugar y me siento atrás de ella y le digo que se va a morir, me dice que ¿por qué? Le digo porque sí y la someto de la misma forma”.
Total de víctimas de 'El Coqueto'
Sus víctimas mortales fueron identificadas como Blanca Elia, Fernanda, Patricia, Eva Cecilia, Dayana, Camila y Fidelia, así como una más que permaneció en calidad de desconocida hasta el momento de su sentencia. Todas entre los 17 y 34 años.
A ellas se suma Raquel, quien fue su primera víctima y la única que logró sobrevivir. Luego del crimen, acudió a denunciar a Librado Legorreta, propiciando que las autoridades relacionaran la serie de asesinatos con el microbusero.
Por lo general, para desaparecer los cuerpos de sus víctimas, El Coqueto los abandonaba en terrenos baldíos cerca de los lugares que comprendían la ruta que manejaba en su microbús, de Chapultepec a Valle Dorado.
Este patrón sólo se vio interrumpido con su sexta víctima, cuyo cadáver fue abandonado en la colonia Juárez, cerca de lo que ahora es la Secretaría de Gobernación, para tratar de despistar las posibles investigaciones.
Fuga de ‘El Coqueto’
Tras la detención y su confesión, El Coqueto pasó su primera noche en Subprocuraduría de Justicia; sin embargo, se fugó la madrugada del 27 de febrero, apenas unas horas después de ser detenido.
De acuerdo con su confesión, esperó a que los policías que lo cuidaban se fueran a dormir. Ahí, se quitó las esposas y amarró varios cables de teléfono para usarlos como cuerda y descender luego de salir por una ventana del tercer piso.
Pero, al arrepentirse, el feminicida resbaló y cayó cerca de ocho metros. Esto le ocasionó múltiples lesiones en la columna y un pie. No pudo volver a pararse. En esta situación, Librado Legorreta se arrastró hasta una avenida, donde le aseguró a un automovilista que lo habían atropellado y le pidió de favor que lo llevara a su casa.
Tras ser llevado con su hermano, el feminicida fue trasladado por su padre hasta la casa de un tío, en la Ciudad de México, donde Librado Legorreta esperaba curarse de sus heridas y, finalmente, escapar de las autoridades, mismas que ya habían dado la noticia y ofrecían un millón de pesos por información que llevara a su captura.
Sin embargo, Librado no se pudo poner de pie tras varios días y fue aprehendido por segunda ocasión el 3 de marzo del 2012, cuando lo encontraron tirado en un colchón en el suelo de la casa de su tío.
Sentencia de ‘El Coqueto’
El microbusero, feminicida y violador, nacido el 16 de junio de 1982, recibió una sentencia de 240 años de cárcel y fue ingresado al penal de Barrientos, ubicado en Tlalnepantla. En la prisión fue operado de la columna, debido a las lesiones que sufrió durante su escape de prisión, y pudo volver a caminar.
Finalmente, el 28 de marzo del 2014, El Coqueto fue trasladado al Centro Preventivo y de Readaptación Social Otumba Tepachico, debido a su alta peligrosidad y a los conflictos que presentó con otros internos en Barrientos.
KT