MONTEMORELOS.- Vecinos de la Comunidad el Faro en el municipio de Montemorelos denunciaron una serie de robos en sus domicilios en días recientes y aunque saben quiénes son los responsables las autoridades no han investigado ni incrementado la vigilancia.
Esta zona se ubica en el kilómetro 13 de la carretera Allende- El Fraile en el municipio de Montemorelos, y los delincuentes ingresan a los domicilios forzando las puertas a robar todo lo que encuentran a su paso.
Parte de lo robado fue un Kayak, un motor de lancha, una máquina de presión de agua para lavar autos, una motosierra color rojo, una televisión pequeña marca LG, una desmalezadora, una licuadora, escalera, tres ventiladores, dos alentadores con su tanque de gas, un Ipod, unos binoculares, ocho sillas plegables de campo, herramienta de trabajo de jardinería, entre otras cosas más.
Los afectados aseguran que los delincuentes son dos personas que viven en el mismo sector, y aunque han compartido la información con las autoridades no han investigado ni incrementado la vigilancia.
Uno de los robos fue el miércoles, otro el sábado y hasta el momento nadie les atiende.
Rebaño de borregas es atacado por un animal desconocido en Montemorelos
Una familia del municipio de Montemorelos se llevó una desagradable sorpresa la mañana de este lunes, tras encontrar en el rancho en el que trabajan varias borregas sin vida luego de que fueron brutalmente atacadas.
Margarito Dávila, encargado del rancho Los Ángeles, situado en el kilómetro 187 de la Carretera Nacional, casi en los límites con el municipio de Linares, informó que al llegar a la propiedad observó un par de borregas tiradas sobre el camino algo que le llamó la atención de inmediato.
Pero al seguir recorriendo la propiedad se dio cuenta que eran al menos seis las borregas que estaban sin vida, algunas presentaban orificios en diferentes partes del cuerpo principalmente en el cuello como si hubiesen sido atacados por algún animal de grandes colmillos.
Asimismo un par de borregas caminaban asustadas con el resto del rebaño con severas lesiones, ya que se observó que llevaban colgando la piel considerándose para los habitantes de este rancho una situación extraña y fuera de lo ordinario.
Desconociendo qué es lo que realmente había sucedido, Margarito Dávila se manifestó temeroso de que pudiera registrarse otro ataque hacia el resto de las borregas que lograron sobrevivir, y las cuales corrían sin rumbo como si presintieran algo.
En la zona no había huellas para determinar que animal pudo haber atacado al ganado aparentemente debido a las lluvias de las últimas horas, prevaleciendo más aún la incertidumbre del inusual suceso.
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