La luz de Sofía, una jovencita de 14 años de edad que perdió la vida en un accidente automovilístico la noche del domingo, se apagó y con ella los planes e ilusiones que tenía para su futuro.
Uno de sus sueños era celebrar sus quince años con una fiesta que estaba planeada para realizarse en el mes de septiembre.
Sofi, como le llamaban sus amigos, era estudiante de tercer año sección A de la escuela secundaria "Héroes Anónimos", en el salón donde solía tomar clases su banca permaneció vacía y adornada con un pequeño homenaje realizado por sus amigos y compañeros.
Sofi era una jovencita alegre, dedicada, estudiosa y amable, así la describieron sus amigos, quienes a pesar de ver su cuerpo en una caja fúnebre, se negaban a la idea de su repentina muerte.
Y es que fue el jueves cuando por última vez se vieron en la escuela, sin embargo, jamás imaginaron que esa despedida sería la última.
Sofi fue víctima de la imprudencia de Francisco, un hombre de 48 años de edad que se impactó en un puesto ambulante en donde Sofi cenaba junto a su familia.
Por desgracia su cuerpo quedó prensado entre los fierros retorcidos que al final del día apagaron su luz.