Santiago Meza López, mejor conocido como ‘El Pozolero’, fue un hombre que causó revuelo por su ocupación, ya que aprendió a desaparecer personas mediante la utilización de químicos, pues de acuerdo con sus propios testimonios, obtenía grandes cantidades de dinero por ello.
Tras su detención dio todos los detalles sobre la razón por la que participó en la desaparición de aproximadamente 300 personas, así como su modus operandi. Además, formó parte de la lista de los 20 más buscados por el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) y en TELEDIARIO te compartimos todos los detalles de su historial delictivo.
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¿Quién es ‘El Pozolero’, hombre que desapareció a más de 300 personas con sosa cáustica?
Su apodo hace referencia a un platillo típico mexicano, pero este se le dio debido a su habilidad para desaparecer cuerpos, pero no fue el único que tuvo, siendo que también era reconocido como ‘El Cago’.
Se conoce que ‘El Pozolero’ nació en Guamúchil, Sinaloa, en 1964. Proviene de una familia de bajos recursos, por lo que sus allegados han contado que de niño era muy tranquilo e incluso lo querían varias personas de su localidad, así como que su grado de estudios llegó a 6to de primaria, pues la situación económica de su familia era compleja.
Por ello, a mediados de los noventa, viajó junto con su papá a Tijuana para intentar mejorar su estado económico siendo albañil, sin embargo, su vida criminal comenzó después de enterarse que su hermana sufrió abuso sexual, ya que se alió al Cártel de Tijuana de los hermanos Arellano Félix, por medio de Teodoró García, alias ‘El Teo’.
¿Cuál era el modus operandi de ‘El Pozolero’?
Dentro de la organización criminal, Santiago Meza fue una pieza fundamental, pues tenía la encomienda de deshacerse de todos las víctimas del cártel, acción que cometió un sin fin de ocasiones sin remordimiento e incluso decía: “yo prefiero mi trabajo, a que ustedes se mueran de hambre”.
Su modus operandi era utilizar sosa cáustica, misma que se usa para elaborar productos de limpieza, ya que en una tina vertía costales de la sosa cáustica y agua, posteriormente sumergía los cuerpos y los hervía por horas, aproximadamente un día entero, hasta que se desintegraron.
Por otra parte, los restos que no alcanzaban a desintegrarse, tales como huesos, dientes y uñas, los llevaba a un baldío para prenderles fuego con gasolina, una vez hechos cenizas, los enterraba.
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¿Qué pasó con El Pozolero?
El Ejército mexicano fue quien detuvo a Santiago, en enero del 2009, justo en Ensenada, Baja California. No obstante, tras su captura dio todos los detalles de su forma de desaparecer a las personas, al igual que su sueldo, mismo que era de 600 dólares a la semana y que alrededor de 300 fueron los cuerpos que desintegró, aunque de acuerdo con autoridades pudieron ser más de 600.
Asimismo, declaró que sólo recibía órdenes, siendo que sólo le llevaban los cuerpos y debía hacer su supuesto trabajo, ya que le cuestionaron sobre qué tipo de personas desaparecía e indicó que no mataba, “ya me los traían muertos”.
Incluso, aseveró que en ningún momento los descuartizó, sólo los introducía dentro de un tambo completos y se deshacía en la sosa. Cabe mencionar que, los hechos ocurrieron en un predio conocido como “La Gallera”, ubicado en el ex ejido Ojo de Agua en Baja California.
En dicho sitio, autoridades y grupos de búsqueda hallaron guantes, mangueras, pinzas y bultos de sosa cáustica.
En el 2012, ‘El Pozolero’ fue condenado a 10 años de cárcel por delincuencia organizada, inhumación clandestina y asociación delictuosa. Se conoce que aunque ya debía de estar libre, continúa en prisión, siendo que fue sentenciado a 30 años y ocho meses por los delitos de delincuencia organizada y secuestro en marzo de 2024.
SCM