Dos hombres que se encontraban internados en el penal de Apodaca fueron notificados de una orden de aprehensión en su contra por su probable participación en un ataque contra elementos de la policía de Escobedo el pasado 4 de julio, en donde resultó un oficial sin vida y otro más lesionado.
Los detenidos, identificados como Humberto de 32 años y Ricardo David de 28 años de edad fueron imputados por delitos contra instituciones oficiales y servidores públicos, homicidio calificado y homicidio en grado de tentativa.
Los hechos se presentaron por la mañana de dicha fecha mientras los uniformados realizaban un recorrido de vigilancia por la avenida Fidel Velázquez a altura de la colonia Jardines de Escobedo y fue al llegar al cruce con la vía Monterrey Torreón cuando se registró el ataque.
Los investigados arribaron al punto a bordo de una camioneta Cherokee color gris claro en compañía de otros dos masculinos, cerrando el paso a la unidad policiaca y realizando detonaciones hacia los uniformados, quienes intentaron repeler el ataque.
Tras esto, los agresores huyeron del lugar para después abandonar su vehículo unas calles más adelante, en tanto, uno de los oficiales de nombre Jesús Salvador perdió la vida, mientras que otro de nombre Donato quedó herido, de gravedad.
Ambos masculinos se mantendrán internados en el centro de reinserción social en espera de continuar con su proceso legal y resolver su situación jurídica.
¿Qué implica el delito de homicidio calificado?
El delito de homicidio calificado implica la privación de la vida de una persona con circunstancias agravantes que lo hacen más grave que un homicidio simple. Estas circunstancias se refieren a factores que aumentan la peligrosidad o crueldad del acto, y pueden variar según el código penal de cada país o estado. Debido a estas agravantes, el homicidio calificado suele conllevar penas más severas.
Principales agravantes del homicidio calificado:
Alevosía: Cometer el homicidio de manera que la víctima no tenga posibilidad de defenderse, aprovechando la sorpresa o vulnerabilidad.
Premeditación: Planificación previa del homicidio, lo que indica que no fue un acto impulsivo sino pensado con antelación.
Ventaja: El agresor actúa con una superioridad de fuerza o de medios, como cuando usa un arma contra alguien desarmado o una situación de clara desventaja para la víctima.
Traición: Aprovechar una relación de confianza o cercanía para cometer el homicidio, traicionando esa confianza.
Retribución o recompensa: Cometer el homicidio a cambio de algún beneficio, como en los casos de sicariato.
Crueldad: Infligir sufrimiento innecesario o tortura a la víctima antes de matarla.
Motivos de odio: Matar a alguien por razones de odio racial, de género, religioso o por cualquier otro tipo de discriminación.
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