Un individuo que se encontraba en completo estado de ebriedad, provocó temor entre comerciantes y clientes del Mercado Morelos del sector centro de la ciudad de Gómez Palacio, Durango, al tratar de golpearlos con botellas de vidrio que portaba en sus manos.
Por el riesgo decidieron solicitar apoyo al marcar el teléfono de emergencia 911, llegando para ello elementos de la Dirección de Seguridad Pública Municipal y Protección Ciudadana, quienes se acercaron para tratar de retirarlo.
En respuesta el sujeto se mostró agresivo, comenzó a proferir insultos y amenazas contra los uniformados para luego lanzar las botellas, motivo por el que fue sometido y traslado a la ergástula municipal, la tarde del miércoles.
Comerciantes del lugar dieron a conocer que no es la primera vez que el individuo provoca el escándalo, ante el peligro de lesionar a las personas, por lo que solicitaron se proceda en consecuencia.
El rijoso que no proporcionó sus generales fue trasladado e internado en módulos de prisión, a disposición de la autoridad competente para que determine su situación jurídica.
¿Qué pasa si agredes a un policía?
Agredir a un policía es un acto ilegal y está sujeto a consecuencias legales graves. Las leyes varían según el país y la jurisdicción, pero en general, agredir a un policía se considera un delito y puede ser castigado con multas, penas de prisión u otras sanciones legales.
La agresión a un policía se considera un ataque directo a la autoridad y a la seguridad pública. Los agentes de policía tienen la responsabilidad de mantener el orden, proteger a los ciudadanos y hacer cumplir la ley. Agredir a un policía se interpreta como un acto de resistencia o violencia contra la ley y puede agravar las consecuencias legales del agresor.
Las consecuencias pueden incluir cargos penales por agresión, resistencia a la autoridad, obstrucción de la justicia u otros delitos similares. Además de las sanciones penales, el agresor puede enfrentar demandas civiles por daños y perjuicios ocasionados al oficial de policía.
Es importante destacar que la violencia y la agresión nunca son una forma apropiada de resolver conflictos o expresar descontento. Es fundamental mantener el respeto hacia las fuerzas del orden y cooperar con las autoridades en situaciones legales. Si existe algún problema o conflicto con un policía, es recomendable abordarlo a través de los canales legales y procedimientos establecidos.
EC