De las ocho personas asesinadas el sábado pasado en el municipio de Irapuato, cuatro eran hermanos que se dedicaban a la venta de canastos.
De acuerdo a los vecinos y a las familias de la zona, el ataque armado duró unos 3 minutos, pero lo vivieron como un infierno, pues vieron llegar a hombres armados y disparar a lo largo de la cuadra de la colonia Santa María, incluso, después del cometido, todavía se fueron aventado balazos.
Según los vecinos los canasteros, así conocidos en la zona, eran personas de trabajo que nada tenían que ver con el crimen.
“Ellos vivían solos los muchachos, ellos eran personas de trabajo los cuatro, eran personas de trabajo, los otros no sabría decirle, los dueños de la casa era un primo creo de ellos, eran los encargados de la casa, yo digo que les rentarían a otras personas, incluso uno de ellos vivía para acá de este lado, pero se cambió para acá, los canasteros son de la Segunda San Gabriel”, comentó una vecina de la zona que prefirió hablar desde el anonimato por temor a represalias.
De acuerdo con vecinos de la calle Santa Carolina, donde se encuentra el domicilio donde fue el ataque la noche del sábado, uno de los canasteros tenía de visita a una de sus hijas, pero momentos antes del hecho se fue con su mamá y se salvó del ataque.
Sin embargo, los cuatro hermanos, una mujer de una colonia cercana mejor conocida como “la Güera”, otro hombre que en vida respondía al nombre de José Luis alias, “El Abuelo” y “El Ernesto”, no corrieron con la misma suerte y un grupo de hombres armados los asesinó.
Otra mujer relató cómo vivió los hechos y salvaguardó la vida de sus hijos, pese a que se encontraron dentro de su casa, pues los balazos resonaron en toda la colonia.
“Yo pues aventé a los chiquillos para acá (a la cama), pero yo nunca había pasado esto, primero se escuchó como si hubieran sido martillazos, ya hasta que él corrió (su esposo), corrí y vimos a los hombres, no los miré todos de la cara, pero nada más les vi la pistolota”, dijo.
Un hombre reaccionó de la misma manera y lo primero que hizo fue asegurar la vida de sus hijos arrinconándose contra la pared y sin salir a la calle pese al estruendo de balas que se escucharon.
“Yo estaba trabajando en la parte del patio cuando escuché los disparos y yo lo que hice fue proteger a mi familia, arrinconarla sobre la barda y no me asomé ni nada, pues para evitar algún accidente familiar también”, comentó un padre de familia vecino de la zona.
Ante este multihomicidio la secretaria de Gobierno, Libia Denisse Muñoz Ledo, condenó los hechos y dijo que ya entabló comunicación con el presidente municipal de Irapuato, Ricardo Ortiz y están trabajando de la mano con la Secretaría de Seguridad Pública y la Fiscalía General del Estado de Guanajuato.