Hombre de 37 años muere en anexo en Puebla: llevaba menos de 24 horas en el lugar

El hombre ingresó a las instalaciones de ‘La Salida’ durante la mañana del 7 de julio.

Línea de policía/ Foto: Archivo
Puebla. /

Un hombre de 37 años perdió la vida en el interior de un centro no gubernamental para la rehabilitación contra las adicciones, conocido como anexo, en la capital de Puebla.

El hombre falleció en las instalaciones de 'La Salida', un grupo de alcohólicos y drogadictos anónimos ubicado en la calle Morelos y 44 Norte, número 4406-B, en la colonia San Luis Gonzaga.


El hombre fue ingresado por sus familiares en estado de embriaguez durante la mañana del 7 de julio. Sin embargo, poco después, sus compañeros de habitación informaron a los responsables que su salud se deterioraba y que aparentemente ya no presentaba signos vitales.

Una vez recibido el reporte al 911, la policía municipal de Puebla y los paramédicos del Sistema de Urgencias Médicas Avanzadas (SUMA) se dirigieron al lugar para atender al hombre, pero sólo pudieron confirmar su fallecimiento.

Los familiares fueron notificados y se presentaron para recoger el cuerpo. No obstante, los peritos de la Fiscalía General del Estado acudieron al anexo para llevar a cabo el levantamiento del cuerpo, realizar la autopsia correspondiente y determinar la causa de la muerte del hombre.

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¿Qué es un anexo?

En nuestro país, durante la década de los ochenta, surgieron lugares conocidos como "anexos" o "granjas". Estos establecimientos se caracterizan por obligar a las personas a residir en ellos en contra de su voluntad, lo cual es tanto ilegal como una flagrante violación de los derechos humanos más fundamentales.

Aunque estos centros a menudo afirman seguir un programa de 12 pasos basado en Alcohólicos Anónimos (AA), la propia organización mundial de AA se distancia de las prácticas llevadas a cabo en estos lugares.

En estas instalaciones es común la privación ilegal de la libertad, los maltratos, las humillaciones y las condiciones de vida deplorables. Este tipo de centros son frecuentes en nuestro país y el modelo se ha extendido a Centro y Sudamérica. Además de las condiciones inhumanas en las que se encuentran las personas en estos lugares, lo más preocupante es que rara vez obtienen beneficios de su estancia en ellos.

ERV

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