La noche del sábado, una madre trasladó por sus propios medios a su hijo de seis años desde su vivienda en Matamoros, Coahuila, hacía dos hospitales ya que se encontraba inconsciente luego de haber tenido fiebre. Sin embargo, al llegar al segundo hospital los doctores confirmaron la muerte del menor.
Las primeras investigaciones señalan que Maximiliano habría presentado fiebre durante la tarde del sábado, situación que no alarmó ya que aparentemente era normal, pues desde que tenía dos años presentaba convulsiones y luego le daba fiebre.
La madre del menor relató a las autoridades que intentó un remedio para bajarle la fiebre y lo colocó en una bañera con agua, sin embargo al salir durante varios minutos y regresar al baño, se percató que Maximiliano estaba inconsciente y recostado en la bañera.
De inmediato lo traslado a las Cruz Roja de Matamoros, pero por razones desconocidas se movió de dicho hospital y acudió a la clínica 79 del IMSS, en donde Maximiliano ingresó a Urgencias. Ahí una doctora reviso al niño percatándose que ya no contaba con signos vitales.
Ahí mismo, el personal de trabajo social pidió la presencia de las autoridades estatales por la defunción del niño, y agentes de Investigación Criminal arribaron al hospital para tomar conocimiento de los hechos e iniciar con las investigaciones correspondientes.
El cuerpo del menor fue trasladado a las instalaciones del Servicio Médico Forense (SEMEFO), para la necropsia de ley que determinará las causas exactas del fallecimiento del menor.
De igual forma, las autoridades ya iniciaron con una investigación por el deceso del niño, y determinar si existe una responsabilidad por parte de los tutores.
¿Por qué da fiebre después de una convulsión?
De acuerdo a la Academia Americana de Pediatría, la fiebre durante las convulsiones, también conocida como fiebre convulsiva, es un fenómeno que se observa comúnmente en niños, generalmente entre los seis meses y los cinco años de edad. Este tipo de convulsiones suelen ocurrir como respuesta a una rápida elevación de la temperatura corporal.
La conexión entre la fiebre y las convulsiones se atribuye a la vulnerabilidad del sistema nervioso central, especialmente en el cerebro de los niños pequeños. Durante la fiebre, se produce una rápida elevación de la temperatura corporal que puede desencadenar una cascada de eventos neuroquímicos en el cerebro.
Se ha observado que la fiebre provoca una liberación excesiva de neurotransmisores excitatorios, como el glutamato, que pueden llevar a una hiperexcitabilidad neuronal. Esto puede desencadenar convulsiones en personas susceptibles, especialmente en niños con una predisposición genética a las convulsiones febriles.
Es fundamental buscar atención médica para evaluar la causa subyacente de la fiebre y las convulsiones, ya que podrían estar asociadas con infecciones más graves que requieren tratamiento.
Sgg.