La prolongada y dolorosa espera de Sandra Lorena Torres llegó a su fin esta semana. Trece años y medio después de la desaparición de su hijo, Mario Alberto Torres Juárez, la madre recibió la confirmación que, si bien es la más temida, ofrece un cierre al ciclo de incertidumbre: Mario fue localizado, lamentablemente sin vida.
Mario Alberto, quien tenía 24 años al momento de su desaparición, fue visto por última vez el 11 de junio de 2012, un día antes del cumpleaños de su madre. Meses después, en noviembre de ese mismo año, se encontraron restos que se presumía podían corresponderle.
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Sin embargo, debido a que México no contaba en ese momento con un centro especializado y la tecnología adecuada para la identificación, las muestras fueron enviadas al extranjero, concretamente a Argentina. Trece años después, las pruebas de ADN arrojaron un 99.9 por ciento de coincidencia.
Una búsqueda sostenida por la fe de su madre
Sandra inició formalmente su activismo en la búsqueda apenas hace unos meses, cuando se unió a un colectivo de familias en Monclova. A pesar del cansancio acumulado por más de una década, su esperanza la sostuvo.
Al recibir la noticia este jueves, Sandra expresó con una voz serena y una fe inquebrantable lo que miles de madres en el país anhelan: el fin de la angustia.
"No encontré a mi hijo como quería, con vida… pero estoy agradecida con Dios por permitirme cerrar este ciclo. Mi meta era encontrarlo, y ya la cumplí", compartió.
La madre envió un poderoso mensaje a sus compañeras de lucha: "Le pides a Dios que te permita encontrarlos, y lo ves imposible… pero sí se puede. Yo quiero que mis compañeras no se rindan, que sigan, que crean que mañana pueden encontrar a sus desaparecidos. Dios hace maravillas cuando uno pide con fe".
- Selección Mexicana
Exigen Fortalecer la Identificación Nacional
El caso de Mario Alberto Torres Juárez es un reflejo de la realidad que enfrentan miles de familias en Coahuila y en todo México, donde las búsquedas se extienden por años y la identificación de restos humanos se ve obstaculizada por la falta de recursos o centros especializados en el país, obligando a enviar muestras al extranjero.
Los restos de Mario Alberto fueron velados este sábado en la funeraria La Paz en Monclova y posteriormente recibieron sepultura cristiana en el Panteón de Estancias de la misma ciudad.
Sandra Torres desea ahora que su experiencia sirva como un mensaje de fortaleza: la fe sostiene, la lucha une, y la verdad, aunque tarde, llega.
EC