Elementos de Protección Civil de Nuevo León realizarán el traslado aéreo de un menor de 4 años que sufrió una caída desde un tobogán de aproximadamente tres metros de altura en el municipio de Montemorelos.
David, quien presenta un traumatismo craneoencefálico, fue atendido inicialmente en el hospital La Carlota en el mencionado municipio.
Dada la gravedad de su estado, se activó el protocolo para trasladarlo vía aérea desde Montemorelos hasta la base de Protección Civil de Nuevo León.
Una vez ahí, será llevado en ambulancia por paramédicos de la Coordinación Regional de Urgencias Médicas (CRUM) hacia el Hospital #21 de zona del IMSS donde recibirá atención especializada.
El uso del helicóptero fue clave para reducir el tiempo de traslado y brindar al menor la atención médica urgente que requiere.
Las autoridades continúan monitoreando su estado de salud mientras se espera su ingreso al hospital.
¿Qué es el coma prolongado?
El coma prolongado es un estado de inconsciencia profunda y sostenida en el que una persona no puede ser despertada ni responde a estímulos externos. Este estado se caracteriza por la falta de percepción consciente de sí mismo o del entorno, y es causado por una interrupción grave en las funciones cerebrales. Aunque las funciones vitales como la respiración, el ritmo cardíaco y la digestión pueden mantenerse, ya sea de forma natural o mediante asistencia médica, las capacidades cognitivas superiores están severamente comprometidas o completamente inactivas.
El coma puede ser provocado por diversas causas, entre las más comunes están las lesiones traumáticas en el cerebro, accidentes cerebrovasculares, privación de oxígeno, infecciones cerebrales graves como la meningitis o encefalitis, intoxicaciones o sobredosis de drogas, así como enfermedades neurodegenerativas. En algunos casos, los médicos inducen el coma farmacológicamente como medida para proteger al cerebro, especialmente después de cirugías complejas o traumas severos, con el objetivo de reducir la inflamación o el daño neuronal.
A medida que el coma se prolonga más allá de las dos a cuatro semanas, el pronóstico se vuelve más incierto. Algunos pacientes pueden despertar gradualmente y comenzar un largo proceso de rehabilitación, que a menudo implica recuperar habilidades cognitivas y motoras básicas. Sin embargo, es común que quienes han estado en coma prolongado sufran secuelas neurológicas significativas, dependiendo de la extensión y localización del daño cerebral.
En otros casos, el coma puede evolucionar hacia un estado vegetativo, en el cual la persona sigue viva, pero sin signos evidentes de conciencia. Las funciones automáticas del cuerpo pueden mantenerse, pero no hay interacción significativa con el entorno ni señales de recuperación cognitiva. Este estado puede durar meses o años, y el tratamiento se centra en mantener las funciones vitales y prevenir complicaciones derivadas de la inmovilidad, como infecciones o úlceras por presión.