Detienen a hombre por presuntamente amenazar a su exjefe tras negarse a recontratarlo en Monterrey

La captura de Marcos A., de 25 años de edad, originario de San Luis Potosí, se registró en un negocio del Centro de la Ciudad.

Hombre detenido por presuntamente amenazar a su exjefe. | Cortesía
Monterrey, Nuevo León /

Por presuntamente amenazar de muerte a su exjefe, debido a que no le dio trabajo en el taller mecánico, un hombre fue detenido por oficiales de la Policía de Monterrey, en el Centro de la ciudad.

La captura de Marcos A., de 25 años de edad, originario de San Luis Potosí, se registró en el negocio “Motors”, que se ubica en Jesús González Ortega y General José Rojo, en el mencionado sector.

El afectado de 42 años de edad les comentó a los policías que su ex empleado llegó a bordo de una motocicleta a pedirle trabajo, ante la negativa del hombre, el presunto se enojó y amenazó con matarlo a él y su familia por lo que fue detenido y quedó a disposición del Ministerio Público.

Motocicleta en la que llegó el detenido. | Cortesía

¿Qué implica el delito de amenazas?

El delito de amenazas implica que una persona intimida, advierte o comunica a otra la intención de causarle un mal o daño, generando temor o angustia en la víctima. Este delito puede presentarse de diferentes maneras y puede tener distintas consecuencias dependiendo del contexto y la gravedad de la amenaza.

Aspectos clave del delito de amenazas:

Intención de causar daño: Las amenazas se caracterizan por la intención de infundir miedo en la víctima a través de la promesa de realizar algún tipo de daño, ya sea físico, económico, moral o contra la integridad de la persona, sus bienes o su familia.

Forma de la amenaza: Las amenazas pueden ser verbales (dichas en persona o por teléfono), escritas (por carta, mensaje, correo electrónico) o a través de gestos o actos que impliquen una advertencia de peligro. También pueden hacerse de manera indirecta, por ejemplo, a través de terceras personas.

El bien jurídico protegido: El delito de amenazas protege la tranquilidad y seguridad personal de la víctima, así como su derecho a vivir sin temor de ser perjudicada en su vida, libertad o bienes.

Gravedad de las amenazas: No todas las amenazas se consideran delito. Para que constituyan un delito, la amenaza debe ser suficientemente grave y seria como para provocar un temor real y fundado en la víctima. Por ejemplo, amenazar con hacer daño físico, destruir propiedad o perjudicar de manera significativa la vida o los bienes de una persona.

Tipos de amenazas:

Amenazas condicionales: Se da cuando se impone una condición para evitar el daño, por ejemplo, "Si no haces esto, te haré daño".

Amenazas simples: Son las que se realizan sin condiciones, como una advertencia directa de daño, por ejemplo, "Te voy a lastimar".

Amenazas agravadas: El delito puede considerarse más grave si la amenaza está dirigida contra personas vulnerables (como menores de edad o personas con discapacidad), si está motivada por discriminación o si se realiza con armas.

Consecuencias legales:

Sanciones: Dependiendo del país y la gravedad de la amenaza, las penas pueden incluir multas, trabajos comunitarios e incluso prisión. Las penas pueden aumentar si la amenaza se cumple o si está acompañada de actos de violencia.

Órdenes de restricción: En muchos países, la víctima puede solicitar una orden de protección o alejamiento, que impida al agresor acercarse o comunicarse con la víctima.

cog 

  • Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de TELEDIARIO; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
LAS MÁS VISTAS