Elementos de la Guardia Nacional y del Ejército se encuentran patrullando las periferias de la prisión del Altiplano, en el municipio de Almoloya de Juárez, Estado de México, como parte de un dispositivo de seguridad tras la llegada de Ovidio Guzmán, El Raton.
El también hijo del fundador del Cártel de Sinaloa, Joaquín El Chapo Guzmán, llegó al penal del Altiplano el 5 de enero, luego de que fue capturado por autoridades federales en la comunidad de Jesús María, Sinaloa.
El día de la detención de El Ratón se desplegó un dispositivo de seguridad al exterior del Altiplano, mismo que cinco días después se mantiene con presencia del Ejército y Guardia Nacional.
Además, en los accesos a la carretera federal libre 55 de Almoloya de Juárez hay retenes integrados por miembros de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), a por lo menos un kilómetro y medio de distancia de la prisión, donde se le pide a los automóviles bajar la velocidad mientras realizan inspecciones de vista.
De acuerdo con fuentes consultadas, hay camiones y camionetas con personal de la Guardia Nacional y Sedena, los cuales tienen la instrucción de permanecer en las inmediaciones de la prisión hasta nuevo aviso. Todo se suma a los rondines del personal armado en las inmediaciones del inmueble.
El juez decidió que Ovidio permanecerá en prisión hasta el 5 de marzo, fecha en la que el gobierno de Estados Unidos podrá buscar algún mecanismo legal para su posible extradición, pues también es juzgado en dicho país.
Casa por la que escapó 'El Chapo' no tiene vigilancia
El 11 de julio de 2015, Joaquín El Chapo Guzmán escapó de la misma prisión de la que hoy se encuentra su hijo. A siete años del caso, el inmueble por el que el capo llegó a la libertad no tiene vigilancia.
Durante ese año, miembros del Cártel de Sinaloa cavaron un túnel de poco más de un kilómetro de largo, el cual conectaba a la celda de Guzmán Loera con un inmueble de un piso en la comunidad de Santa Juana, Almoloya de Juárez.
TELEDIARIO localizó la casa de la que escapó el narcotraficante y se cercioró que no cuenta con una vigilancia especial. Para ingresar al ingresar al inmueble se necesita cruzar por varias rancherías y caminos de terracería.
En la zona hay pocos inmuebles habitados y la distancia entre ellos es amplia, pues se trata de una serie de ejidos, cuya mayoría no tiene siembra. La casa tiene para los curiosos un letrero oxidado con letras blancas en el que se lee “Propiedad privada, prohibido el paso”.
En medio de la ranchería se encuentra la casa por la que escapó el capo, la cual tiene sellos de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) y no cuenta con habitantes en su interior o vigilancia especial por autoridades federales.
KT