Además de los operativos de vigilancia con los binomios caninos que están revisando que los migrantes no se suban a los vagones del tren en los patios de Ferromex de Torreón, desde este martes personal del grupo de México Transportes trabajan en colocar y reforzar el lugar con malla ciclónica de una altura aproximada de 15 metros de altura.
Ante estas acciones que se han implementado los migrantes se han sentido perseguidos por migración, y algunos de ellos que llegaron durante este lunes y martes se han visto obligados a colocar un campamento provisional con casas de campaña que han sido donadas por los laguneros. Tal es el caso de Dalfer Méndez quien refiere que luego de haber sido perseguido por los policías tuvieron que salir de los patios de Ferromex.
“La gente de migración nos acaba de echar de los rieles del tren y hasta el momento no hemos logrado ingresar. Hasta con perros andan vigilando. Nos sentimos como si nos estuvieran atacando (...) Nosotros lo que queremos es el paso para continuar no queremos estar acá , ni dañar sus instalaciones , nada por el estilo.”
Malla 'frena' a migrantes
Para este joven padre quien lo acompaña su esposa y dos hijas menores, refiere que su futuro es incierto, ya que ya se gastaron todo el dinero que traían, duermen ahora en las calles de Torreón y no sabe que hacer si las autoridades migratorias ya reforzaron la seguridad.
Sus ahorros se van en extorsiones
“Nos hemos gastado todos nuestros ahorros para llegar hasta donde estamos, nos hemos gastado un aproximado de cuatro mil dólares más o menos, si porque en el camino hay muchas extorsiones aparte los gastos, la comida, los pasajes, hay que pagar extorsiones en cada caravana para continuar. No tengo ni idea qué vamos hacer.”
Este joven venezolano dijo que ante la presencia de poco más de cincuenta elementos policiacos resguardando los patios de Ferromex es imposible subir al tren, y aún más con la malla ciclónica que están colocando en los alrededores.
“Pero estamos observando que están sellando todo para que no ingresemos y tienen bastante seguridad, tienen más de cincuenta personas armadas con perros para que no ingresemos, no nos dicen o no nos dan una esperanza, sobre qué podemos hacer en algún momento o bien la opción de poder comprar pasaje en otra parte, porque al parecer no nos venden pasaje por ser inmigrante”
Finalmente dijo Dalfer que jamás se imaginó que se iba a enfrentar a este tipo de obstáculos para que pudieran continuar con su travesía hacía los Estados Unidos, por lo que el futuro de su familia es incierto.
sgg.