El 22 de diciembre, cuatro trabajadores de una distribuidora de pollo, ubicada en el municipio de Toluca, Estado de México, fueron secuestrados por un grupo de hombres armados, presuntamente miembros de La Familia Michoacana. Hoy, comerciantes de este producto revelaron que han sido víctimas de amenazas y extorsiones.
Hace cinco días, Rigoberto Colín Consuelo, Jaime Ramos Reyes, Isidoro Díaz Casimiro y Eliseo Escobar Ramírez fueron secuestrados en el rastro de la colonia Parques Nacionales, tras presuntamente negarse a pagarle a La Familia Michoacana las extorsiones que les fueron exigidas.
Extorsionadores obligan a subirle el precio al pollo
A raíz del secuestro de los cuatro trabajadores de una distribuidora de pollo, vendedores de la zona dieron a conocer la forma en la que son extorsionados por los miembros de la delincuencia organizada.
De acuerdo con las denuncias de los comerciantes, estos son abordados por sujetos en motocicleta, quienes en ocasiones les hacen llegar una tarjeta con un número de teléfono escrito, al que se deben comunicar. Al marcar, aseguraron, una voz les explica a quién deben de comprar el pollo, para luego venderlas al precio que les ordenen.
“Nomás pasaron en una moto dos chavos y me dieron una tarjeta, y dijeron ‘toma, para que hagas tu pedido’. Nos tienes que avisar un día antes qué es lo que vas a querer, cuántas piezas vas a querer, para repartírtelas al otro día, es decir, de un día a otro”, explicó una víctima, quien pidió mantenerse anónima.
Sin embargo, otros afirmaron que el mensaje ha sido todavía más directo. Comentaron que hasta ellos llegó un grupo de sujetos armados, mismos que dan las indicaciones de cómo se debe vender el pollo: “o venden 20 pesos más caro el kilo de pollo o cierran sus negocios”.
En respuesta, algunos comerciantes optaron, ante los intentos de extorsión, por cerrar sus negocios, argumentando que no quieren entregarle sus ingresos a los integrantes de la delincuencia organizada.
“Me quisieron cobrar derecho de piso… me quisieron extorsionar. Les dije que no, que no le entraba y cerré la pollería, cerré la distribuidora. Al ver que no hay movimiento aquí en el rastro se van. ¿Para qué voy a trabajar? Yo no voy a estar manteniendo a pinches huevones, a pinches zánganos”, comentó la misma víctima.
Más temprano este año, La Familia Michoacana fue el grupo delincuencial relacionado a la extorsión en diversos negocios con este giro: en abril pasado, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) aseguró un par de inmuebles en Toluca y Zinacantepec, donde el cártel acapara el pollo. En mayo, aseguró otros dos inmuebles, en los que controlaba el precio del huevo.