No salir después de las 8 de la noche, fijarse bien en quién está al lado de ellos y estar al pendiente de sus hijos, son parte de las medidas que usan los comunitarios de La Aldea por la ola de violencia y asesinatos que se ha generado en la localidad.
El señor Andrés Cervantes es vecino de la comunidad desde que nació y dijo que la seguridad va de mal en peor, pues antes los asesinatos se llevaban con mayor frecuencia en las comunidades de la periferia, pero ahora con los hechos registrados el martes pasado, donde 8 personas fueron asesinadas, la situación empeoró, pues fue a dos cuadras del centro.
“Está por los suelos aquí la seguridad, todo lo que está sucediendo, no sé si se dieron cuenta lo que pasó ayer y no nada más ese caso, hay muchos casos, lamentablemente el gobierno no hace nada, la policía pasa nomás por aquí, pero dónde está todo lo pesado es en las orillas”, comentó.
La señora Gloria Olmos aseguró que ya no vive con la misma tranquilidad de antes desde que se incrementaron las ejecuciones en la comunidad, peor porque tiene hijos y teme que les toque una bala perdida como les ha ocurrido a muchas personas.
“La verdad está bastante complicado, se ha venido arrastrando desde el año pasado y la verdad ya tienes miedo salir porque no sabes que vaya a pasar, si la persona a la que buscan está al lado de ti, no sabes, sí es bastante preocupante y más porque tengo hijos, familia, salgo a trabajar, claro, cada que pasa algo piensas en qué pudo haber pasado y quién pudo haber sido”, comentó.
La mujer dijo que junto con su familia han implementado medidas de seguridad y después de las 8 de la noche ya no salen para evitar exponerse, igual si ven algo sospechoso toman las medidas pertinentes.
La señora Guillermina González es de Silao, pero tiene 25 años vendiendo pollo en La Aldea y comentó que hace unos 3 meses fue testigo del asesinato de dos personas cerca de donde pone su puesto para vender, a plena luz del día.
“De por sí estoy diabética pues más me voy a hacer, pero de todos modos, de hecho hace como unos 3 meses estaba esperando el camión, yo iba yo creo llegando aquí a una cuadra cuando mataron a dos aquí, aquí enfrente de la escuela”, comentó.
Los habitantes de la comunidad aseguraron que casi no hay rondines policiacos y pese a que el gobierno se ha comprometido a brindarles seguridad, ya no les creen.
PCQG