Sophia fue creada por la compañía Hanson Robotics, misma que anteriormente presentó a Han, un robot con un alucinante parecido a un ser humano, que contaba con una variedad de expresiones faciales. Ahora, el trabajo realizado con Han ha evolucionado de una forma increíble, a un nivel que es realmente alucinante.
Sophia cuenta con un perfecto rostro fabricado en Frubber, una silicona hecha de un material que la propia compañía ha creado y patentado. Esta sensacional “piel” está conectada a una serie de circuitos y actuadores que le permiten tener 62 expresiones faciales, que usa de acuerdo a las conversaciones y el contexto de éstas.
Los ojos de esta robot poseen cámaras que sirven para identificar a su interlocutor a través de un sistema de reconocimiento de rostros, y para hacer contacto visual, lo que permite que, cuando se habla con ella, se tenga la sensación de hacerlo con un humano, increíble ¿no?.
La robot cuenta con un software de inteligencia artificial que lleva por nombre Character Engine AI, en el que de acuerdo a sus creadores reside su "personalidad", misma que va desarrollándose con cada conversación y experiencia.
Su creador, David Hanson, dice que llegará un día en que Shopia pueda enamorarse, porque el amor no es más que otro algoritmo que, como todos los humanos, está al servicio de la evolución, en este caso, para transmitir a la descendencia genes cada vez mejor adaptados.
Por tal motivo, los creadores de robots se esfuerzan en subrayar su utilidad, y Hanson insiste en que Sophia servirá para ayudar a personas mayores en tareas domésticas, así como para atender otras cuestiones. No hay duda de que el futuro es hoy.