Las calles del municipio de Tehuacán, Puebla, han registrado otro episodio de crueldad animal luego de que una mujer denunciara que seis gatos que resguardaba en su domicilio fueron envenados durante el transcurso del pasado 24 de diciembre.
La persona responsable aprovechó su ausencia para arrojarles una sustancia toxica que termino con la vida de los mininos.
- Comunidad
Esta muerte colectiva de animales se dio en un domicilio de la calle Miguel Lerdo de Tejada, en la colonia Benito Juárez, donde la mujer pidió a las autoridades investigar el acto que tachó como una atrocidad.
Salió para realizar compras y al volver se topó con el envenenamiento masivo de gatos en Tehuacán
La afectada refirió que cerca del mediodía del 24 de diciembre salió de su domicilio para realizar compras, dejando a los gatos en el interior donde ellos tienen sus casas o salen a caminar por el patio.
Aproximadamente dos horas después regresó a su domicilio y al ingresar observó a dos gatos aún con vida, aunque ya se estaban convulsionando.
En su afán de salvarles la vida les dio carbón activo, sin que tuviera el efecto esperado, ya que la sustancia había hecho un daño irreparable en el interior del cuerpo de los animales.
Conforme fue avanzando en el interior de su hogar fue encontrando a más gatos muertos. Mientras que los gatos, en su desesperación por salvarse, corrieron quedando inertes en distintas partes.
Con coraje e impotencia hizo lo imposible por salvar a sus mascotas, sin embargo, su intervención fue tardía y media docena de mininos perdieron trágicamente la vida.
Presunto ataque de envidia y crueldad animal habría motivado el envenenamiento de gatos, acusa afectada
A decir de la afectada, este envenenamiento lo atribuye a vecinos que se molestan por la presencia de los gatos que solo salen a pasear, porque tienen alimentación y están esterilizados.
Además, este no es el único caso de envenenamiento que se ha dado al mencionar que en el año son por lo menos 11 gatos que han envenenado en este municipio de Puebla.
Algunos de estos no eran de su propiedad, sin embargo, los responsables después de darles esa sustancia para quitarles la vida los arrojaban frente a su domicilio, pensando que estaban bajo su cuidado.
EG