Según el reglamento de Movilidad Urbana, si un policía ve a un conductor manejando en forma temeraria, es probable que se le detenga y se le pida que respire en una máquina especial que mide el contenido de alcohol en la sangre.
El comandante de Tránsito y Vialidad de Torreón ante las cámaras de Telediario afirmó que es muy importante el uso de los alcoholímetros, ya que con ellos se han podido salvar muchas vidas, ya que gracias a la detención de personas, detectan que manejan bajo los influjos del alcohol.
Según el reglamento, una persona puede manejar si el alcoholímetro marca de 0 a 0.19, a estas personas se les clasifica como aliento permitido.
Cuando el dispositivo llegue a marcar de 0.20 a 0.39 se le considera como aliento alcohólico y en este momento el ciudadano ya es acreedor de una multa, si no trae consigo su licencia, como garantía se le puede retirar su placa o hasta su vehículo si no cuenta con nada de lo anterior.
Si el instrumento marca de 0.40 en adelante se le considera como estado de ebriedad, aquí ya es considerado como delito, debido a que la persona al no contar con los mismos reflejos puede provocar algún accidente que ocasione que otras personas pierdan la vida.
Por ello en estos casos se detiene al individuo, se recoge su vehículo y es turnado al Ministerio Público.
¿Cómo funcionan estos dispositivos?
El dispositivo posee una boquilla por la cual pasa el aliento que exhala la boca del conductor; se recomienda soplar 6 segundos. Luego de soplar, el sensor y otros componentes digitales dentro del aparato tomarán unos segundos en identificar el grado de alcohol contenido en el aire exhalado.
Una vez detectado, se imprime el resultado que una copia se le entrega al conductor y otra se queda con los elementos que al final del día son entregadas a su director o en su caso al Ministerio Público.
Cabe destacar que estos dispositivos sirven para certificar que la persona consumió alcohol.