México se encuentra al borde de elegir a su primera presidenta de la República, un hito que llega después de 70 años desde que las mujeres obtuvieron el derecho al voto. Este acontecimiento se produce en un contexto donde antes solo habíamos tenido unas pocas gobernadoras, y ahora son ocho, además de cinco candidatas presidenciales.
Claudia Sheinbaum, coordinadora de los comités de defensa de la Cuarta Transformación y Xóchitl Gálvez, por el Frente Amplio por México, representarán a las dos principales coaliciones en 2024 y están a un paso de marcar la diferencia, lo que activistas consideran un avance positivo en materia política para un país marcado por el machismo y la violencia de género; pero remarcaron que es importante tener una agenda en donde las mujeres estén al centro y al frente.
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Hace 70 años, las mujeres lograron tener el derecho al voto, pero la participación política de las mujeres da inicio en 1954, cuando Aurora Jiménez Quevedo fue elegida como la primera diputada federal abriendo paso a quienes llegaron después: Marcelina Galindo Arce, de Chiapas; María Guadalupe Ursúa, de Jalisco; Remedios Albertina Ezeta, del Estado de México y Margarita García Flores, de Nuevo León.
En 1965 el país subió un escaño más en temas de género con la llegada de María Lavalle Urbina a presidir el Senado, seguida de la llegada de Griselda Álvarez a la gubernatura de Colima en 1970 y posteriormente en 1982 Rosario Ibarra fue la primera mujer candidata a la Presidencia de la República.
"Ser mujer no significa tener una agenda feminista, ser mujer no significa que se esté pensado en las políticas públicas para las mujeres, desde las mujeres de a pie, que esto es una preocupación muy seria que tenemos porque ya no basta con el hecho de que sea mujer quien va a gobernar este país, sino que abrace las causas que nos preocupan a las mujeres", comentó Diana Luz Vázquez, promotora de la Ley Sabina.
"Somos un país marcado por la violencia contra las mujeres, siete de cada diez sufren violencia, en el hogar 50 por ciento sufren violencia sexual y pues eso es lo que esperamos, una mujer que transforme la vida de más de 60 millones de mujeres que vivimos en este país", precisó Olamendi.
Para quienes han estado en el proceso, el avance de los derechos de las mujeres ha sido lento y aunque en los últimos años se han aprobado varias reformas que garantizan una mejor vida para las mujeres, la activista feminista Patricia Olamendi, considera necesario que quien llegue al poder se comprometo no solo a mantener estas reformas, sino a impulsarlas en caso de que aún quede camino por recorrer o reconocer que también existen más violencias de las que contemplan actualmente los códigos penales.
Poco a poco las mujeres han tenido más puestos de poder en distintos ámbitos y recientemente su participación es más notoria; Norma Piña es la primera presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Guadalupe Taddei es la consejera presidenta del INE y dos mujeres encabezan el Congreso: Ana Lilia Rivera en el Senado y Marcela Guerra en la Cámara de Diputados.
Hay ocho gobernadoras, el número más alto en la historia y el próximo 14 de septiembre Delfina Gómez se unirá a estas filas, convirtiéndose en la primera mujer en gobernar el Estado de México.
Así que, junto con una presidencia histórica, enfatizan que viene también un compromiso histórico de garantizar que la voz de las mujeres será escuchada, que se dará pie a un gobierno que demuestre la capacidad que siempre ha tenido a la mujer y sobre todo que no se olviden de que su género solo es una parte de lo que se necesita para generar el cambio.
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