Por tercera vez, y sin necesidad de hacer fila bajo los rayos del sol, Adalina Dávalos visitó a su esposo, Jaime Rodríguez, en el penal número 2 de Apodaca.
Ella arribó al reclusorio al filo del mediodía en compañía del abogado del exgobernador, Gabriel Eduardo García.
Trascendió que cada uno viajaba en diferente camioneta, pero metros antes de llegar, Dávalos Martínez descendió de la unidad en la que la trasladaban sus escoltas, una Suburban de color plata, y abordó la Cheyenne del litigante.
Jaime Rodríguez había sido visitado por su esposa sólo dos ocasiones anteriores, los días 17 y 24 de marzo, fuera del horario permitido y sin que ella respetara el reglamento interno de seguridad.
Vistiendo jeans deslavado, saco informal azul, blusa y tenis blancos, la exprimera dama del Estado salió a las 14:30 horas.
Declinó hacer comentarios respecto a cuestiones legales, o a los motivos por los que su marido fue encarcelado.
Dijo que Jaime Rodríguez está bien de salud
Admitió que estas dos últimas semanas han sido desgastantes para su familia.
Anunció que apoyará a asociaciones, y posiblemente funde una, para ayudar a niños que sufren a su papá o a su mamá en prisión.
Dijo que ella y sus seres queridos tienen fe en Dios, y también confianza en las autoridades y en sus abogados.
Afirmó que situaciones adversas como la de ella la viven, desafortunadamente, muchas otras familias.
Sobre la posibilidad de solicitar algún permiso especial en sus visitas al penal, la esposa del ex edil comentó que no ha pedido ningún permiso especial, aclarando que el trato dentro del penal es el mismo, y no existe ningún tipo de favoritismo.
“No he pedido ningún permiso especial, solo estuve los minutos que me correspondían del horario que se me marcó de visita”
“No hay nada especial, no hay nada de favoritismo, la gente piensa que luego la situación de Jaime adentro es diferente y no es así”
Aseveró que ni ella ni su familia ni se han escondido durante estos días.
Del mismo modo, rechazó que ellos se sientan señalados o acusados por la sociedad.
Admitió que goza de la protección de la justicia federal a través de un amparo contra acciones de autoridades, como orden detención, arresto o de comparecencia.
Rja