Han pasado 78 días desde que Jaime Rodríguez Calderón dejó la gubernatura de Nuevo León, y de entonces a la fecha, se ha dedicado a realizar publicaciones en redes sociales que contrastan, por su ligereza, con los problemas que dejó tras su paso por la administración.
Mientras la crisis del agua, transporte, inseguridad, medio ambiente y los escándalos de ex funcionarios son nota de todos los días, el Bronco se ha dedicado a compartir memes sobre el estreno de Spiderman, las posadas, el cambio de horario de invierno o la intención de desaparecer las sopas instantáneas.
En tal sentido, organizaciones civiles exigieron una demostración pública del actual gobierno de que no habrá más impunidad.
“Debe estar preocupado (el ex gobernador), espero que no haya llegado a ningún acuerdo con el gobernador Samuel García (…) de que hay muchas cosas que se hicieron mal en el gobierno de Jaime Rodríguez yo creo que si hay elementos para eso (que acabe en la cárcel), pero el tema es que se integren bien los expedientes”, sentenció Gilberto Marcos, presidente de Vertebra.
“Yo creo que de fachada se fue tranquilo, de fachada. Yo creo que él trae adentro su buena carga, no digo de remordimientos, si de culpas, que inevitablemente van a encontrar su fecha de caducidad. Es decir, yo no creo ni que el gobernador Samuel García, ni que el gobierno federal, vayan a dejar pasar tantas tropelías que se hicieron”, apuntó Ramón Alberto Garza, periodista y activista.
El pasado 3 de octubre, a minutos de asumir la gubernatura, Samuel García amagó a Rodríguez Calderón al advertir la existencia de la prisión preventiva oficiosa en actos de corrupción, esto al responder un cuestionamiento sobre si el Bronco podía irse tranquilo de la administración.
Prometió dos meses de auditorías, y una investigación “fuerte” en contra de su antecesor, plazo que se cumplió hace unas semanas.
Otra figura central dentro del entramado del anterior gobierno, que a decir de Marcos Handal tampoco puede cantar victoria, es el ex secretario general, Manuel González Flores.
El presidente de Vertebra diagnosticó que el otrora número dos se quedó corto en su cargo por su mentalidad vengativa contra Natividad González Parás y Rodrigo Medina de la Cruz, e incluso, lo señaló de manera directa por participar en actos de corrupción.
“Por su misma forma de ser y por esas cuestiones yo creo que se quedó corto, muy estrangulado, y ni siquiera aprovechó cuando fue gobernador interino para de ahí dar el brinco.“Yo creo que ningún funcionario de primer nivel de ese gobierno o alguno la librará, pero estaban en el ajo, agarraban dinero de aquí y de allá”, fustigó.
Al día de hoy, poco se sabe de González Flores, que, tras fracasar en su intento de lograr fuero vía una diputación federal bajo las siglas del PAN, desapareció del radar público y ha optado por mantener un perfil bajo, sobre todo luego de dos sobrinos fueran señalados como beneficiarios de un contrato ventajoso con Isssteleón.
Un tercer caso es el del abogado Ernesto Canales, que a decir de Gilberto Marcos y Ramón Alberto Garza, dilapidó el dinero público en la llamada Operación Tornado, la cual “defraudó la esperanza de los ciudadanos”, advirtieron.
“Al final del día lo que cuentan son los resultados, y esos resultados no fueron lo que se esperaba.“Ernesto Canales o no pudo, o una combinación de no pudo, no quiso, no terminó de acabar de apretar, le faltó punch para hacer las cosas, y se echó a perder una instancia que se creó con mucha esperanza…fue un chispazo al aire”, sostuvo Garza.
Claro ejemplo de ello es que, de las decenas de casos armados, sólo uno prosperó a medias. Además, de 29 sanciones dictadas, todas fueron declaradas nulas por el Tribunal de Justicia Administrativa.
Acaso el último clavo al ataúd de Canales fue la declaración de la ex contralora estatal, María de Lourdes Williams, quien durante la transición dijo “no tener ningún Tornado”, desmarcándose así del fiasco que resultó la subprocuraduría anticorrupción.
mvls