El ex presidente de México, Luis Echeverría Álvarez, murió la noche del viernes 8 de julio a los 100 años de edad, en Cuernavaca, Morelos.
Echeverría estuvo al mando de la nación del 1 de diciembre de 1970 hasta el años de 1976. Su gobierno estuvo lleno de críticas por las acciones en las que estuvo involucrado durante la matanza de Tlatelolco en el 68, además del “Halconazo”, movimiento surgido durante su mandato en 1971.
Buscaba la receta de la Coca-Cola
Durante su mandato, el presidente Luis Echeverría se pronunció en contra del poder de las empresas multinacionales y en su momento, amenazó con expulsar a la Coca-Cola de México si no revelaba su fórmula secreta a las embotelladoras locales.
Sin embargo, a pesar de su insistencia no consiguió que le fuera revelada la receta de esta refresquera, siendo el también ex presidente, Vicente Fox, uno de los principales encargados para que Luis Echeverría dejara de pedir dicha fórmula.
Fox trabajaba para la Coca-Cola y fue ascendido después de que la empresa comenzara a tener más éxito que la competencia en el país. A Fox no le gustaba que el gobierno estuviera en contra de las grandes empresas y sabía muy bien que estar en las filas de la Coca-Cola significaba lidiar con la política.
Con Echeverría en el poder, Fox fue citado en la casa presidencial por el deseo del mandatario nacional de conocer la receta de la Coca-Cola y nacionalizar el producto. Por este motivo, Fox y su equipo decidieron presumir la nueva granja de Coca-Cola, logrando distraer exitosamente a Luis Echeverría de su deseo de conocer la fórmula del refresco.
Echeverría prohibió el rock
Dentro de las decenas de polémicas que existen en torno al sexenio de Luis Echeverría está que a principios de los 70’s prohibió la música rock en el país.
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En 1973, el presidente Luis Echeverría promovió la iniciativa que prohibía los conciertos de rock en clubes y grandes escenarios, además de que las estaciones de radio no podían reproducir música de este género. Dicha propuesta fue aprobada, e incluso, la secretaría de Gobernación catalogó a los organizadores y asistentes del Festival de Avándaro como “traidores a la Patria”, por promover este género en el país.
Durante ese periodo, los jóvenes amantes del rock tenían que reunirse en lugares pequeños para poder disfrutar de su música favorita.