Mario Marín Torres, exgobernador de Puebla que este sábado obtuvo su libertad tras pasar más de tres años en prisión por el delito de tortura en agravio de la periodista Lydia Cacho Ribeiro, deberá cumplir una serie de condiciones para que su estancia fuera de la cárcel no sea revocada, como la portación de un brazalete electrónico.
Fue la jueza Segunda de Distrito de Quintana Roo, Angélica del Carmen Ortuño Suárez, quien aprobó el cambio de medidas cautelares del exmandatario poblano de 70 años de edad, pues consideró que las acusaciones que pesan en su contra no son motivo para mantenerlo en prisión preventiva.
Las condiciones legales para que Mario Marín no vuelva a prisión
El primer paso que la defensa legal deberá cumplir para que el 'Gober precioso' recupere su libertad este mismo sábado es el pago de una fianza por 100 mil pesos; sin embargo, esta cuota no lo dejará exento de la investigación que hay sobre él.
Marín tampoco tendrá permitido salir del país y deberá quedarse en arraigo domiciliario una vez que abandone el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 1 'El Altiplano', en el Estado de México, por lo que su pasaporte y visa serán retenidos por las autoridades judiciales.
"Se deberá someter al cuidado y vigilancia de la Unidad de Vigilancia de Medidas Cautelares, ubicada en la ciudad de Puebla", precisó la jueza durante la audiencia.
Mario Marín volvería a Puebla tras salir de prisión
Incluso ventiló que el exgobernador regresará a vivir a Puebla capital, en Camino Viejo a Xilotzingo número 73, Fraccionamiento San Ángel.
Si bien no se localiza en una de las zonas más exclusivas de la ciudad, sí cuenta con propiedades que oscilan entre los 2 y los 3 millones de pesos.
Ortuño dejó en claro que Mario Marín no tiene permitido acercarse ni establecer comunicación con Lydia Cacho ni con los testigos del caso mientras siguen las investigaciones, pues de lo contrario, volverá a prisión.
EG