PT no ha logrado ganar gubernaturas a lo largo de 32 años

La historia de este partido deja ver que en toda su existencia no ha tratado de gobernar, sino de sobrevivir.

PT no ha logrado ganar gubernaturas en 32 años.
Ciudad de México /

A pesar de que el Partido del Trabajo (PT) ha colaborado con todos los partidos con registro para entronar a 41 mandatarios estatales, por su cuenta no ha logrado ganar ni una gubernatura en los 32 años que lleva participando en procesos electorales.

Sin embargo, en los comicios venideros en Coahuila se aventuró al postular a Ricardo Mejía Berdeja, quien se salió del redil morenista para intentar convertirse en el primer mandatario petista de la historia.

Ni la memoria electoral ni las actuales encuestas le conceden posibilidad alguna, la jugada del ex secretario de Seguridad Pública ha provocado que el dirigente de Morena, Mario Delgado, advierta públicamente que la decisión del PT puede provocar el rompimiento de la alianza con el partido rojo en las presidenciales de 2024.

Pero hasta el momento, aunque la única posibilidad que tiene el partido de mantener el registro nacional depende del obradorismo, la presión ha resultado en vano. El Presidente renegó de su cercanía con el abanderado del PT. “Aquí estaba con nosotros y se fue sin decir adiós. No quiero que use mi nombre, porque no tengo relación con él. Se me hace un acto de deshonestidad estar usando mi nombre para una campaña”, dijo en su conferencia mañanera.

La historia de este partido deja ver que en toda su existencia no ha tratado de gobernar, sino de sobrevivir; sin embargo, procura marcar una diferencia con el Partido Verde Ecologista de México, bajo la suposición de que su estrategia de largo plazo también es colgarse de otros partidos. Aunque de manera exigua, el PT les aportó algunos votos a 41 candidatos a gobernador, todos ellos ganadores: 14 de Morena, 13 del PRD, 7 del PRI, 5 del PAN, uno del Partido Encuentro Social y uno de Movimiento Ciudadano.

En 1991 perdió el registro en su primera experiencia en comicios, en cinco procesos electorales federales a partir de 1994 logró superar apenas por décimas, 2 por ciento, mínimo requerido para conservarlo. En 2009 y 2012, por fin pareció despegarse de ese piso temible al obtener casi el doble, en la primera fecha, y de la mano de la candidatura presidencial de López Obrador, logró rascar 5 por ciento.

Pero una reforma constitucional en 2014 elevó la exigencia legal a 3 por ciento. En 2015, quedó un pelo por debajo (2.99 por ciento) y solo maniobras chapuceras lograron salvarlo. Entre esos comicios y los anteriores había perdido más de la mitad de sus votos al desplomarse de 2.3 millones a 1.1 millones.

El tsunami de AMLO en 2018 empujó al PT a remontar hasta conseguir su mejor resultado histórico, un 5.1 por ciento de la votación válida para diputados federales y con una bancada, la cual fue la más numerosa de todas las que había llegado a tener: multiplicó por 10 sus curules hasta sumar 61, desde solo seis en la legislatura previa. Antes de eso, sus mayores grupos habían sumado 15 legisladores, en 2006 y 2012.

En ambos casos se los debía a la cabalgadura de AMLO, y cuya hebilla se ha amarrado como lo hizo en otra ocasión de Cuauhtémoc Cárdenas. Que el PT haya sobrevivido gracias a esos dos dirigentes es toda una ironía porque fue formado como parte de la estrategia del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari para descarrilar el movimiento de Cárdenas y López Obrador: su participación electoral en 1991 y, con mejores resultados en 1994 con Cecilia Soto como candidata presidencial, estaba destinada a confundir al electorado y robarle votos de izquierda y de mujeres al PRD.

Hoy, esos dos partidos, primero rivales, luego socios y ahora enemigos, se ven unidos por la amenaza de perder el registro si no logran obtener tres por ciento de la votación. Pero el PT está en peores condiciones: si la generalidad de las encuestas coloca al membrete amarillo en el límite de esa cifra, al rojo lo hunde en los alrededores 2 por ciento. El PT, a pesar de su tamaño, sí ha sido considerado de utilidad por organizaciones que quisieron acumular símbolos y siglas o arañar votos extra.

Al menos el PRD y MC, en 2015, consideraron su existencia tan útil como para darle vida artificial. Tanto el INE como el Tribunal Electoral resolvieron retirarle el registro por no haber alcanzado el tres por ciento de la votación, pero por problemas de otro orden provocaron la repetición del proceso en el distrito uno de Aguascalientes. Esos partidos retiraron a sus candidatos y movilizaron a sus seguidores para apoyar al PT, que de súbito pasó de 3 mil 246 sufragios en la elección ordinaria a 13 mil 180 en la extraordinaria.



JVS


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