La Comisión Nacional del Agua (Conagua) y el gobierno de Puebla dieron inicio al rescate del río Atoyac, una de las principales encomiendas en materia ambiental de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo al ser uno de los afluentes más contaminados del país.
Desde San Martín Texmelucan, uno de los 70 municipios en Puebla y Tlaxcala por los que atraviesa la cuenca del río, el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina destacó la importancia de que por fin se ejecuten acciones para salvar el río de mayor longitud en la entidad.
"Desde hace mucho tiempo nuestra entidad ha sufrido los efectos devastadores de malas prácticas que han dañado profundamente la cuenca del río Atoyac, un recurso vital que lamentablemente ha sido víctima de contaminación descomunal e indiferencia", sentenció Céspedes.
A ese pronunciamiento se sumó el gobernador electo Alejandro Armenta Mier, quien señaló que "la conciencia hídrica pasó de ser un tema de agenda pública a un tema de gobierno", ya que durante varios años solamente se promovieron acciones de cuidado desde la sociedad civil, pero sin la intervención de las autoridades.
El futuro mandatario celebró que el inicio del sexenio de la presidenta Claudia Sheinbaum sea tomando en cuenta el rescate del río Atoyac, una acción que se ha esperado desde hace varias generaciones, pero sin la atención necesaria del gobierno federal y estatal.
"En ocasiones, proyectos de esta magnitud se plantean a mitad del gobierno y no te alcanzan el tiempo ni los recursos, pero es oportuno que al inicio del gobierno de la primera presidenta de México se esté detonando este proyecto de rescate del Atoyac", añadió Armenta.
Añadió que la intervención en el Atoyac se realizará en coordinación con cuerpos académicos de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (Inaoe).
Además, su participación contempla atender problemáticas afines al Atoyac, como las descargas industriales ilegales, saneamiento de aguas residuales en plantas de tratamiento, invasiones a zonas federales por asentamientos humanos y toma de muestras en distintos tramos del río.
AGA