En un día más de confrontaciones por el tema de la contaminación en el área metropolitana de Monterrey, el gobernador Samuel García refutó las declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador y aseguró que la Refinería de Pemex en Cadereyta sí es la que más contamina.
Este miércoles el presidente y la subsecretaría de Producción de Petrolíferos de Pemex, Elizabeth Andrade hablaron del tema en “la mañanera”, señalando que las acusaciones contra la refinería Héctor Lara Sosa de Cadereyta provienen de los opositores del gobierno federal.
En su propia conferencia, el mandatario estatal consideró que y hubo una confesión expresa por parte de los funcionarios federales al señalar que reconocieron que queman combustóleo.
“(Piden a AMLO) Que nos permita entrar a la refinería, no hay mejor transparencia que la autoridad estatal y la sociedad civil, entrando a revisar que efectivamente se esté invirtiendo en los filtros y segundo, pedimos y exhortamos a Pemex dejar de quemar combustóleo. Es obvio que lo están haciendo. Yo vengo de Texas y en Austin y HOUSTON tienen 17 refinerías y ninguna avienta este humo, porque ya está prohibido el combustóleo”.
Por su parte el secretario de Medio Ambiente, Alfonso Martínez Muñoz dijo que la Federación realiza análisis equivocados.
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“Obviamente los quemadores de la refinería están en la parte alta, si ellos hacen las mediciones en la periferia de la refinería, no van a encontrar nada o muy poco. La pluma de contaminación, normalmente cuando hay inversión térmica, pues llega a Juárez o Apodaca, en ocasiones a Cadereyta, entonces si pusieran las mediciones en donde está dictando la pluma, entonces ahí si hubiera mucho impacto, ninguna de las tres son mentiras, si es de manera individual la empresa que más contamina, por otro lado, se están haciendo las mediciones en sitios que no son correctos de la refinería y los datos (de la mañanera) no son correctos los que están presentando”
García Sepúlveda afirmó que aún existe buena relación con el presidente, pero en este tema, no han podido intercambiar puntos de vista, lo que atribuyó a las campañas electorales donde la refinería fue tomada como “piñata”.