La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, manifestó su respaldo al presidente Andrés Manuel López Obrador y sus hijos, y aseguró que los ataques no sólo son contra ellos, sino contra el proyecto de nación que representan.
En medio de cuestionamientos por el gasto en la consulta de revocación de mandato, la discusión de la reforma eléctrica y la Casa gris de José Ramón López Beltrán, una vez más, la mandataria capitalina volvió a expresar su desacuerdo por lo que considera son “calumnias” contra el presidente López Obrador, y añadió que tienen su origen en los grupos conservadores que perdieron el control político.
“Todo mi apoyo y solidaridad al presidente y sus hijos. El ataque no es solo a él o a sus hijos, es al proyecto de transformación. Hay grupos que fueron afectados en sus beneficios económicos ilícitos o en el poder que tenían sobre el presidente para tomar decisiones sobre el país, y eso es lo que les molesta, el que ya no sean ellos los dueños de México”, expresó.
Sin enunciar nombres, Sheinbaum dijo que hay empresarios que se han sumado al proyecto de transformación, pero otros permanecen de la mano de los sectores conservadores.
Insistió que son grupos que les molesta el ejercicio de revocación de mandato.
“El ataque que están haciendo es al proyecto de transformación y por eso es muy importante la defensa de este proyecto”.
“No es un asunto de regular las redes sociales, aunque creo que hay excesos, si no es un tema de que la ciudadanía sepa distinguir lo que es la mentira, la calumnia y la verdad”, señaló en conferencia de prensa.
Casa gris en Huston
José Ramón López Beltrán se encuentra en el ojo del huracán, luego que medio digital y audiovisual Latinus y la asociación civil Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) dieron a conocer un reportaje en el que salió a relucir el estilo de vida que lleva el hijo del presidente junto con su esposa en Huston, Texas; aun cuando no se le conocía un empleo formal.
La investigación periodística refiere que el hijo del presidente tiene junto con su esposa una casa de 447 metros cuadrados de construcción, con alberca de 23 metros de largo, con salón de cine, entre otros lujos que están fuera de la filosofía de austeridad del presidente López Obrador.
PGG