Entre el 12 y 13 de octubre del año 2010, fueron rescatados 33 mineros en la Mina San José al sur de la República de Chile. Permanecieron 68 días a una profundidad de 623 metros bajo tierra. Durante los primeros 17 días se les dió por muertos, debido a la magnitud del derrumbe y explosión del que fueron víctimas.
Sin embargo, gracias a sus familias y a la buena disposición del Gobierno se les pudo rescatar usando tecnología moderna. Uno de los sobrevivientes Mario Sepúlveda visitó Monterrey y le entrevisté para el Telediario y el programa Cambios.
- Comunidad
HB.- ¿Amigo Mario, usted cómo vivió esos días?
Claro mira, cuando nosotros estuvimos en ésta desgracia, suceden muchas cosas.
Nosotros somos 33 compañeros que sufrimos éste gran accidente, por la culpa de los mandos medios de las empresas. Nosotros cuando como obreros, tenemos un problema, accidente, tendemos siempre a echarle la culpa a los dueños de las empresas, pero no todos los empresarios son malas personas.
Los que sí son malas personas, son los mandos medios. Porque los mandos medios, no dejan que el obrero, en el caso nuestro se acerque al empleador, al dueño de la empresa, a decir o a presentar algún elemento de queja.
'Señor, sabe qué, yo no tengo seguridad, señor, sabe qué me falta agua. Yo no estoy tomando el agua que necesito para que mi cuerpo se hidrate'.
Entonces nosotros estamos muy alejados de la posibilidad de dar a conocer un problema que nosotros tengamos como obrero al dueño de la empresa. Entonces muchos problemas de estos pasan por el mando medio.
HB.- Usted me dijo que durante esos días habló con el diablo y con Dios.
Estuve con Dios siempre, Él me protegió, pero ojo, ¿cómo yo te puedo expresar? En la Última Tentación de Cristo, sale Jesucristo maltratado, y por el lado siempre lo rodeaba una señora con un bebé en los brazos y esa señora era producto de un espíritu satánico, esperando a qué hora tú reniegas del Amor de Dios.
Yo siempre pensé: “si yo me canso, eso va a ser un triunfo totalmente del diablo”. En un momento yo busqué un lugar sagrado para estar solo, yo creo mucho en Dios, ahí mismo en la mina. Yo en el nivel 44, lo hice mi lugar sagrado. Hice mi templo, mío, propio, personal, y todos los días yo me iba a orar ahí.
HB. Mario y al momento que usted oraba ¿recibió alguna respuesta de Dios?
Un día orando y buscando respuestas, de porqué me pasaban estas cosas, de porqué yo había sufrido tanto a través del tiempo, el porque me llegaba el momento. Tengo 39 años –porque todavía no tenía yo los 40 años- y tengo un hijo hermoso de 13 años, una hija de 19… y decía yo… “desde los 13 años yo quedé sólo en la vida, a los 13 años yo salí a recorrer el mundo a buscar trabajo para poder comer”, porque yo mis primeros años los viví trabajando para poder comer , para poder tener techo o para no pasar frío, porque en muchas ocasiones yo dormí bajo un puente, y entonces yo decía “hoy día, tengo un hijo de 13 años y se está repitiendo la historia” y va a volver mi hijo a tener los mismos sufrimientos míos, yo decía, ¡Dios mío, si Tú existes, y yo estoy aquí, y yo soy tu hijo, ¿porqué me pasan estas cosas?! Entonces, buscando un poco respuestas de lo que me había pasado, termino mi oración y cae una piedra de 800 kilos al lado mío y si yo no me paro, ese biese sido el momento de mi muerte.
- Histórico rescate de mineros en Chile
- Arquitecto Benavides
Este era un aviso, porque te digo una cosa, yo creo y pienso que si yo en algún momento me hubiese rendido yo creo que me hubiera muerto.
PASTA DE CONCHOS, México 19 Febrero 2006
HB.- ¿Ustedes se enteraron que en la Mina de Conchos, de Coahuila, México, permanecen 65 mineros cuyos cuerpos no han sido recuperados ?
Yo tenía puras ganas de venir. Pero como no tengo los medios todavía, no pude, me las lloré todas. Porque para cada vez que existe éste tipo de accidentes, es súper importante, que mejor que llegue uno de los 33 compañeros a dar una voz de aliento a esta gente afectada.
HB. Algún mensaje para sus hermanos mineros de México
Primero quiero decir, hablar a los grandes y medianos empresarios que no escatimen, que inviertan dinero en capacitar más a la gente de mandos medios, que los grandes empresarios abran más las puertas de sus oficinas para escuchar a sus obreros.
Que los grandes empresarios entiendan que nosotros como obreros lo único que queremos es darle seguridad, educación para así nuestros hijos tengan más educación como seres humanos y puedan enfrentar el mundo no como nosotros lo hemos enfrentado.
Porque si bien es cierto, nosotros no tenemos la mejor preparación para enfrentar el mundo, pero sí nosotros con la conciencia que nosotros tenemos podemos educar mejor a nuestros hijos.
¿De qué forma podemos educar a nuestros hijos? Es teniendo un trabajo seguro, digno, donde nuestros jefes nos traten de forma digna, no cuesta absolutamente nada en invertir, en capacitar a mandos medios, que son lamentablemente ellos los grandes culpables de estos grandes accidentes.
Quiero decirle a estos grandes empresarios que tomen un poquito más de conciencia, que nosotros los obreros no queremos su dinero, su riqueza, nosotros como obreros no tenemos la capacidad de administrar lo que ellos ganan, pero sí tenemos la capacidad para administrar un sueldo digno, un sueldo donde podamos pagar educación, salud, algunos gustitos, donde podamos vivir y vestir dignamente.
Y para todas esas personas, familias, que estuvieron sin sus hijos, sin sus tíos, sin sus primos, sin sus papás, sin su esposo, tengan fuerza, porque la verdad es que todas las cosas pasan por algo, yo creo que van a seguir sucediendo cosas pero estamos nosotros, y está el ser humano que va a seguir trabajando para que las condiciones laborales a nivel mundial trabajen y Dios quiera me pueda ayudar pronto para formar esta fundación para seguir aportando la experiencia que adquirimos en esos terribles 68 días.
rcm