El domingo 19 de julio, el rapero Kanye West, que apenas el pasado 4 de julio mencionó a las redes sociales que tenía planes para postularse a la presidencia de los Estados Unidos, se presentó en Charleston, Carolina del Sur en un su primer mitin en donde se buscaba recaudar firmas para su campaña en el ese estado.
Llegó vestido con chaleco militar y un “2020” grabado en el cabello. Presentó un discurso que dejó con la boca abierta a muchos de los presentes, pero dicho no tenía alguna secuencia pues el rapero decía lo que se le venía a la mente en esos instantes.
Según la BBC, cuando le preguntaron a West sobre el aborto, el mencionó que debería seguir siendo legal, pero para evitar que esto pase menos, propuso un plan llamado “aumento máximo”, en el cual se le daría un millón de dólares a las mujeres que estuvieran embarazadas y así evitar interrumpir el embarazo.
En ese momento los sentimientos de Kanye Westse pusieron a flor de piel y comenzó a llorar, pues mencionó que su padre quiso abortarlo y además que él pensó hacer exactamente lo mismo cuando se enteró que su ahora esposa, Kim Kardashian, estaba embarazada de su primera hija, North West. “Casi maté a mi hija y mi padre quería hacer lo mismo conmigo. No habría habido ningún Kanye West en este momento”, dijo West.
Añadió por último que por el momento no tenía una propuesta concreta, pero él cree que limitar el número de armas podría causar ‘un eminente ataque’ de China. Según el rapero, si la gente deja de tener armas, otros países podrían invadir y ‘esclavizar’ a todos los estadounidenses. Los abucheos y uno que otro aplauso no se hicieron esperar en cuanto Kanye terminó su discurso presidencial.