El fútbol y la literatura han hecho equipo a lo largo de la historia, desde biografías, análisis, experiencias y anécdotas son las que recorren los diferentes libros que conocemos de fútbol. Dejaremos una lista con algunos libros dedicados al balompié, que pueden ayudarte en estos momentos de distanciamiento social:
Apuntes del balón: Jorge Valdano
Un sueño para los amantes del fútbol, una delicia para los que gustan de la buena literatura. Valdano en estado puro... La síntesis de su filosofía, sus opiniones sobre presidentes, estrellas, entrenadores, equipos, ligas, sistemas de juego, etc. A lo largo de sus páginas, Valdano golpea con la precisión del toque en corto, la potencia del disparo, la agresividad del remate, la picardía del hombre de área... todo menos el desmarque. Ni un tema fuera de juego. Un libro que se empieza y no se acaba jamás. Un texto de consulta permanente, escrito desde la reflexión y destinado a la discusión.
Balón divido: Juan Villoro
Sin apartarse del principio conductor de Dios es redondo —«el futbol es la recuperación de la infancia»—, los retratos y las crónicas de Balón dividido abarcan a las figuras recientes del balompié actual —Piqué, Messi, Pep Guardiola, Cristiano Ronaldo, los hermanos Boateng— y, entre extraordinarias conexiones con la literatura, la historia y la psicología, como Juan Villoro nos ha acostumbrado, calienta el ambiente para los numerosos y encendidos debates que el futbol siempre concede, sobre todo en años mundialistas.
El fútbol a sol y sombra: Eduardo Galeano
En este libro sorprendente, uno de los mejores escritores uruguayos de la historia nos hace el regalo de una divertidísima historia del futbol diseminada en cápsulas breves, en las que saltan cientos de anécdotas, recuerdos y consideraciones llenas de humor y de ironía. Desde la indumentaria de Zamora hasta la efedrina de Maradona, nada escapa a este hincha del Nacional que se da gusto contando chistes y recordando también los dramas y las tragedias del deporte más universal. Cuando era niño, Galeano quería ser jugador de fútbol, pero sólo jugaba bien, y hasta muy bien, mientras dormía. Uno de los libros más personales de su autor.
100 genios del balón: Alberto Lati
Alberto Lati no podía faltar en esta lista. En 100 genios del balón, nos platica sobre la infancia de los cracks. Pelé vendiendo cacahuates para tener un balón, Maradona dominando una naranja por Villa Fiorito, Cruyff pidiendo a su madre que cosiera una franja roja a su playera para que pareciera del Ajax, Garrincha dormido en una fábrica, Cristiano Ronaldo escapando al gimnasio de madrugada, Messi entrando a la cancha por presión de su abuela. Historias y anécdotas fascinantes detrás de cada crack.
Falso 9: Philip Kerr
Que el fútbol sea un deporte no implica que haya que jugar limpio. Scott Manson, entrenador de fútbol, está buscando trabajo, pero en el actual mundo del fútbol, plagado de estrellas, no le va a resultar fácil encontrarlo. El puesto de entrenador que le ofrecen en Shanghái resulta no ser sino un elaborado timo, y los del F. C. Barcelona no quieren contratarle como entrenador, sino como detective. Por lo visto, una de las estrellas del Barça ha desaparecido y Scott tiene un mes para dar con ella. Mientras sigue el rastro del futbolista desde París a Antigua, Scott se topa con hombres corruptos y con mujeres retorcidas, y descubre lo podrido que está el corazón de tan bello deporte…
Marcelo Bielsa, los 11 caminos al gol: Eduardo Rojas Rojas
Este libro recoge las legendarias "Clases Magistrales" que dió Marcelo Bielsa mientras fue DT de la selección de Chile. Es decir: se trata de Bielsa en primera persona, de puño y letra, 100 x 100 Bielsa.
Cuando llega Marcelo Bielsa, todo cambia. Sucedió en la Argentina, Francia, España y sobre todo en Chile, un país cuyo seleccionado tomó en uno de los momentos más bajos de la historia. "La Roja" venía de quedarse fuera de los Mundiales 2002 y 2006, y de la mano de Bielsa se clasificó con honores para jugar en Sudáfrica 2010. Fue un único ciclo el del rosarino al frente del seleccionado, pero dejó la sensación de que algo grande había pasado. No se trataba solo de la clasificación a un Mundial, ni de una forma de jugar totalmente distinta: era más que eso. Su forma de ser, sus palabras y su metodología de trabajo llegaron a todos los rincones de la sociedad chilena. El pulso popular lo adoptó, lo admiró y lloró su partida.