Paul ganó la subasta con 300 dólares, para un aparato que nuevo cuesta más de 1500. El trato era demasiado bueno como para ser cierto y algunos días después lo comprobó, el paquete si llegó en una caja cuadrada y con el peso de una pluma.
pero descubrió que adentro sólo había una fotocopia que tenía la foto impresa de la computadora ultra delgada que deseaba.
El joven vendió su última tabla de surf para poder comprar la computadora y estaba esperanzado con usarla y empezar una nueva carrera como DJ de bodas.
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