El 6 de junio se celebra el Día Mundial del Trasplantado, y el objetivo de este día es fomentar la cultura de donación de órganos y dar una oportunidad de vida a pacientes que están en espera de una oportunidad de seguir viviendo.
Muchos de estos pacientes son crónicos o terminales, y las donaciones y los trasplantes son su última alternativa de vida.
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Según médicos de hospital en Tabasco, el promedio de un paciente en hemodiálisis puede ser de 5 a 7 años, por lo que un paciente que sea trasplantado de riñón, puede variar y tener una supervivencia de hasta arriba de los 25 años.
Para este punto, es importante entender que los trasplantes de órganos no tienen una duración ilimitada, por lo que su función puede variar la durabilidad, dependiendo a qué persona fue trasplantado.
El tiempo de función de un riñón, por ejemplo, puede ser de hasta 10 años, el de un corazón 13 y el de un hígado 17 años, aunque también tiene que ver la calidad de vida de la persona trasplantada, esto de acuerdo al Servicio Gallego de Salud.
Cabe destacar que se puede fracasar con el primer injerto, sin embargo, se puede intentar hasta en cuatro ocasiones.
Las supervivencias actuales más prolongadas con un mismo órgano trasplantado son: riñón, 33 años; hígado, 26 años; médula ósea, 22 años; corazón, 21 años; páncreas, 17 años y pulmón, 11 años.
De acuerdo a la misma fuente, a los 10 años de realizado un trasplante de corazón, hígado o riñón, siete de cada diez trasplantados tienen el órgano funcionando de manera correcta.
La supervivencia a 10 años de los trasplantados de corazón supera el 60 por ciento. Si no pueden trasplantarse sobreviven al año el 5 por ciento.
MQ