Identifican la hormona que causa náuseas y vómitos durante el embarazo

La aparición de náuseas y vómitos durante la gestación depende de la cantidad de GDF15 producida por el feto.

Mujer embarazada sobre una cama / Freepik
Reino Unido /

Una hormona producida por el feto es la responsable de las náuseas y vómitos que padecen algunas mujeres durante el embarazo, de acuerdo a un estudio que publicó la revista Nature este 13 de diciembre.

La investigación, encabezada por expertos de la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido, descubrió que la citada hormona, la proteína GDF15, también puede ser la clave para desarrollar un tratamiento que alivie efectos indeseados de la llamada hiperémesis gravídica en mujeres embarazadas.

Durante la gestación, la aparición de náuseas y vómitos en mayor o menor grado dependen de la cantidad de GDF15 que produce el feto y de la exposición de la madre a esta proteína antes de quedar embarazada, indicaron los autores de la investigación.

Por lo anterior, propusieron administrar la hormona a mujeres antes del embarazo para incrementar la tolerancia y prevenir unos síntomas que afectan a 7 de cada 10 futuras madres.

En algunos casos, en torno a 1 y 3 de cada 100, la hiperémesis gravídica aguda puede poner en riesgo la vida del feto y de la madre, lo que requiere un tratamiento de reposición de líquidos por vía intravenosa para evitar la deshidratación.

Además, recuerdan los expertos que esta enfermedad es la causa más común de ingresos hospitalarios de embarazadas durante los primeros tres meses de gestación.

Pese a que estudios previos ya habían señalado a la proteína GDF15, este trabajo extiende los conocimientos sobre su papel en las enfermedades del embarazo, incluida la hiperémesis gravídica, lo que abre la puerta nuevos tratamientos, destacan los autores.

Los investigadores constataron que una variante genética rara que eleva el riesgo de desarrollar la hiperémesis está relacionada con niveles más bajos de la hormona en la sangre y en tejidos en mujeres no embarazadas.

De igual manera, las mujeres que padecen beta-talasemia, un trastorno sanguíneo hereditario que puede causar anemia, presentan de forma natural niveles muy altos de GDF15 antes del embarazo, por lo que experimentan pocas o apenas náuseas o vómitos.

"Ahora sabemos por qué. El bebé que crece en el útero produce una hormona a niveles a los que la madre no está acostumbrada. Cuanto más sensible sea a esta hormona, más enferma se sentirá. Saber esto nos da una pista sobre cómo podemos evitar que esto suceda", expuso en un comunicado Stephen O'Rahilly, de la Universidad de Cambridge.

El experto confirmó que es posible limitar el acceso de GDF15 a su receptor altamente específico, en el cerebro de la madre, a fin de avanzar hacia un tratamiento eficaz y seguro para prevenir este trastorno.

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