Cada 26 de enero se conmemora el Día Mundial de la Enfermedad de Kawasaki, una rara enfermedad que afecta a niños pequeños, en su mayoría, menores de 5 años. Dicha enfermedad puede afectar a cualquier parte del cuerpo, sin embargo, el órgano más grave y que podría causar más complicaciones es el corazón.
Esta fecha fue instaurada con el fin de dar visibilidad y crear conciencia sobre esta enfermedad. Además de apoyar a los pacientes y a sus familias que tienen que lidiar con esta patología.
Sin tratamiento, la mortalidad puede acercarse al 1%, habitualmente dentro de las 6 semanas del comienzo. Con tratamiento adecuado, la tasa de mortalidad es del 0,17% en los Estados Unidos. La duración prolongada de la fiebre aumenta el riesgo cardíaco. La mayoría de las veces, las muertes se deben a complicaciones cardíacas y pueden ser súbitas e impredecibles.
¿Qué es la enfermedad de Kawasaki?
La enfermedad de Kawasaki es una afección inflamatoria que afecta principalmente a los vasos sanguíneos, especialmente en los niños.
La causa exacta de la enfermedad de Kawasaki todavía se desconoce. Sin embargo, se cree que es causada por una respuesta anormal del sistema inmunológico a una infección viral o bacteriana. Esta respuesta anormal provoca la inflamación de los vasos sanguíneos y el daño en el tejido del corazón.
Síntomas de la enfermedad de Kawasaki
Los síntomas de la enfermedad de Kawasaki incluyen:
- Fiebre alta que dura al menos 4 días y no responde a los antibióticos.
- Enrojecimiento y hinchazón de las manos y los pies, especialmente en los dedos.
- Erupciones cutáneas, generalmente en la cara, el tronco y los miembros.
- Dolor de garganta, con o sin amígdalas inflamadas.
- Ojos rojos y conjuntivitis.
- Linfadenopatía (aumento de los nódulos linfáticos) en el cuello.
- Dolor abdominal
- Dolor de cabeza
- Náuseas
Algunos pacientes pueden desarrollar complicaciones cardíacas como aneurismas coronarios, inflamación en las valvas del corazón, miocarditis o insuficiencia cardíaca. Es importante que los niños con síntomas que puedan ser consistentes con la enfermedad de Kawasaki sean evaluados por un médico de inmediato.
Tratamiento para la enfermedad de Kawasaki
El tratamiento para la enfermedad de Kawasaki incluye:
- Medicamentos antiinflamatorios: el tratamiento inicial con aspirina es recomendado para reducir la inflamación y prevenir la formación de coágulos sanguíneos.
- Inmunoglobulina intravenosa (IVIG): se administra para reducir la inflamación y prevenir la formación de coágulos sanguíneos.
- Corticosteroides: se utilizan para reducir la inflamación y disminuir el riesgo de complicaciones cardíacas.
- Monitoreo cardíaco: se recomienda un ecocardiograma para evaluar el estado del corazón y detectar cualquier daño.
- Seguimiento regular: los pacientes deben ser monitoreados regularmente para detectar cualquier complicación y asegurar que se esté recuperando adecuadamente.
Es importante recordar que el tratamiento debe ser iniciado lo antes posible en los pacientes con sospecha de la enfermedad de Kawasaki, ya que las complicaciones cardíacas pueden desarrollarse en pacientes no tratados.
Se puede prevenir la enfermedad de Kawasaki
Actualmente no existe una forma de prevenir la enfermedad de Kawasaki ya que se desconoce su causa exacta. Sin embargo, se recomienda lo siguiente para reducir el riesgo de contraer la enfermedad:
- Vacunarse contra enfermedades infecciosas: aunque no se sabe con certeza si una infección específica causa la enfermedad de Kawasaki, se cree que puede ser causada por una respuesta anormal del sistema inmunológico a una infección. Por lo tanto, vacunarse contra enfermedades infecciosas puede reducir el riesgo de contraer la enfermedad.
- Llevar una buena higiene: lavarse las manos con frecuencia y evitar compartir objetos personales, como toallas o cubiertos, puede ayudar a reducir el riesgo de contraer infecciones.
- Detectar temprano los síntomas: si un niño presenta síntomas de la enfermedad de Kawasaki, es importante que sea evaluado por un médico de inmediato para iniciar el tratamiento lo antes posible y reducir el riesgo de complicaciones.
- Realizar un seguimiento regular: los niños que han tenido la enfermedad de Kawasaki deben ser monitoreados regularmente para detectar cualquier complicación y asegurar que se estén recuperando adecuadamente.