La manzana, además de ser un rico alimento que puedes llevar fácilmente para comer entre comidas, tiene diversas propiedades que aportan grandes beneficios a la salud.
Uno de ellos es controlar el colesterol. La fibra que contiene la manzana es ideal para hacerle frente al hipercolesterolemia. Este nutriente reduce la acumulación de lípidos en la sangre y, a su vez, promueve el aumento del colesterol bueno, según la Fundación Española del Corazón.
Para esto, mezcla dos manzanas en la licuadora, sin retirar la cáscara, con medio vaso de agua y una cucharadita de jengibre fresco, puedes añadirle una cucharadita de miel si te gustan las cosas dulces.
También ayuda a tratar la diarrea, ya que, además de detener el malestar, ayuda a reponer los nutrientes y electrolitos que se pierden a través de esta. Sus fibras naturales, además de vitaminas y minerales, regulan la digestión y controlan la inflamación.
Mezcla tres manzanas con una cucharadita de canela en polvo y distribuye la preparación para comerla dos veces al día.
Controlar la fatiga es otro de sus grandes atributos, puesto que, por su significativo contenido de vitaminas, minerales y antioxidantes, esta fruta aumenta los niveles de energía. Su ingesta alivia el nerviosismo y favorece la concentración y el rendimiento físico.
Desintoxica tu hígado. Los ácidos naturales que contiene esta fruta son útiles para regular el pH de la sangre y, de paso, impulsar los procesos que desintoxican el hígado. Sus antioxidantes minimizan la acción negativa de los radicales libres y previenen el deterioro prematuro de las funciones de este órgano.
Pasa las manzanas a través de un extractor de jugos y, tras obtener un zumo, mézclalo con las dos cucharadas de jugo de limón.
Estos solo son algunos de los remedios hechos con manzanas que pueden ayudarte a mejorar tu salud, así que considera consumir más esta fruta que además es muy rica.
SCA