De acuerdo al Manual MSD, la narcolepsia es un trastorno del sueño que consiste en la somnolencia diurna en exceso o ataques constantes e incontrolables de sueño durante las horas de vigilia, generalmente con episodios súbitos y transitorios de debilidad muscular.
Alrededor de 1 de cada 2000 personas en Estados Unidos y Japón son víctimas de la narcolepsia, una enfermedad que no tiene diferencias entre hombres y mujeres en cuanto a su frecuencia. En el marco del Día Mundial de la Narcolepsia, explicaremos cuáles son los síntomas y cómo tratarla.
Síntomas de la narcolepsia
Es común que los síntomas de narcolepsia comiencen en la adolescencia o al comienzo de la edad adulta, sin que exista una enfermedad precia, mientras que dura para toda la vida. La sintomatología principal consiste en:
• Somnolencia diurna excesiva grave.
• Cataplexia (episodios repentinos y transitorios de debilidad muscular).
• Alucinaciones al dormirse o al despertarse.
• Parálisis del sueño.
• Alteraciones del sueño nocturno (como despertarse frecuentemente y tener sueños vívidos y aterradores).
Cabe señalar que sólo un 10 por ciento de los afectados manifiestan todos los síntomas. La mayor parte experimenta algunos de ellos, pero todos presentan somnolencia diurna excesiva.
¿Cómo se diagnostica la narcolepsia?
Los médicos estiman que la narcolepsia comienza cuando una persona afectada por la somnolencia diurna excesiva ha sufrido capítulos de debilidad muscular, pero no basan el diagnóstico únicamente en síntomas.
La parálisis del sueño y alucinaciones parecidas se presentan en adultos sanos, en personas con falta de sueño y en personas con apnea obstructiva del sueño o depresión. Inclusive, la sintomatología se manifiesta al tomar ciertas drogas o medicinas, por lo que se requiere realizar pruebas específicas en una unidad del sueño:
• Polisomnografía, realizada por la noche.
• Pruebas de latencia múltiple del sueño, realizadas al siguiente día.
Para llevar a cabo la polisomnografía, es necesario contar con una cama, un baño y un equipo de monitorización. Los electrodos se pegan a la piel cabelluda y al rostro para registrar actividad eléctrica en el cerebro y movimientos oculares. De esta manera se pueden detectar trastornos respiratorios, convulsivos, narcolepsia, trastornos de movimiento periódico de las extremidades y movimientos y comportamientos inusuales durante el sueño.
Mientras que la prueba de latencia múltiple del sueño se lleva a cabo para distinguir entre la fatiga física y la somnolencia diurna excesiva y para descartar la narcolepsia. Se trata de pasar el día en un laboratorio del sueño, hace cinco siestas con intervalos de dos horas, en una habitación oscura.
Tratamiento de la narcolepsia
A pesar de que la narcolepsia no tiene cura, para muchas personas, el tratamiento continuado les permite llevar una vida normal con medicamentos que ayudan a mantener a la persona despierta.
El proceso también consiste en intentar dormir lo suficiente durante las noches y tomar siestas cortas de al menos 30 minutos a la misma hora cada día. Si los síntomas son leves, estas medidas pueden ser bastas. Pero las personas con cataplexia deben tratar de evitar cualquier cosa que la desencadene, como la risa, la ira y el miedo.
Por otro lado, para algunas personas, los fármacos que ayudan a mantener a las personas despiertas, como modafinilo, armodafinilo, solriamfetol, pitolisant, oxibato de sodio o cualquier medicina combinada que tenga calcio, magnesio, potasio y oxibatos de sodio, se usan para reducir la somnolencia.
AA