Este lunes se celebra el Día Internacional de la Meningitis, un padecimiento clínico que si no es tratado a tiempo puede tener graves consecuencias e incluso llega a ser letal, por ello, cada 24 de abril se conmemora la fortaleza de aquellos que han salido adelante aún con las dificultades.
La meningitis es una inflamación de los tejidos que rodean el cerebro y la médula espinal, una complicación que debe atenderse de inmediato antes de ocasionar consecuencias mortales.
El tipo más frecuente de meningitis peligrosa es de causa bacteriana y puede ocasionar la muerte en menos de 24 horas, afectando a personas de cualquier edad, sin embargo, los menores son quienes son más vulnerables ante este padecimiento.
Se propagan de una persona a otra a través de gotículas respiratorias o secreciones de la garganta. De acuerdo a lo señalado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de 1 de cada 10 personas que contraen este tipo de meningitis muere y 1 de cada 5 presenta complicaciones graves.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas habituales de la meningitis son rigidez de nuca, fiebre, confusión o alteración del estado mental, cefaleas, náuseas y vómitos.
Otros síntomas menos frecuentes son convulsiones, coma y deficiencias neurológicas, por ejemplo, pérdida de audición o visión, deterioro cognitivo o debilidad de las extremidades.
Las bacterias causantes de meningitis pueden provocar otros síntomas si infectan la sangre del torrente circulatorio, que pueden desembocar rápidamente en septicemia:
- Frío en manos y pies
- Dolor muscular y articular
- Respiración más rápida de lo habitual
- Diarrea
- Erupciones de la piel de color rojo o púrpura oscuro
A veces, los lactantes presentan síntomas distintos de los adultos:
- Descenso de la actividad y dificultades para despertarse
- Irritabilidad y dificultad para calmarse
- Alimentación deficiente
- Rigidez o laxitud corporal
- Un punto blando abultado en la parte superior de la cabeza
- Complicaciones
Una de cada cinco personas que sobrevive a una meningitis bacteriana puede tener secuelas de larga duración como lo es la pérdida de la audición, convulsiones, debilidad de las extremidades, problemas de la visión, el habla, el lenguaje, la memoria y la comunicación, deformidades, cicatriciales y amputaciones de extremidades tras la septicemia.
KM