El 23 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Síndrome de Piernas Inquietas, una fecha instaurada para hacer conciencia en la población sobre los síntomas y causas, además del diagnóstico y tratamiento de este síndrome, también conocido como la Enfermedad de Willis-Ekbom.
¿Qué es el Síndrome de Piernas Inquietas?
¿Alguna vez has sentido un constante hormigueo en las piernas sin que estas estén dormidas? ¿O cuando estás acostado sientes que pequeñas descargas, dolores o entumecimiento? Es posible, entonces que puedas tener algo que es conocido como el Síndrome de Piernas Inquietas o Enfermedad de Willis-Ekbom.
Se trata de un trastorno neurológico del movimiento de las piernas el cual provoca hormigueo, dolor, picor y sensación de tensión, sobre todo, cuando el cuerpo se encuentra relajado. Estas sensaciones generan que la persona tenga la necesidad de estar moviendo las extremidades constantemente, y es que, con el movimiento, los dolores se aminoran o desaparecen por un momento.
¿Qué lo provoca?
De acuerdo con diversos estudios e investigaciones, el Síndrome de Piernas Inquietas (SPI) puede ser provocado por trastornos en la dopamina, sustancia que se encuentra en el sistema nervioso y que se encarga de regular el movimiento, además de que se encarga de la emotividad, la afectividad, así como la comunicación neuroendocrina.
Para tener buenos niveles de dopamina, esta requiere de hierro y ciertos niveles de ferritina presentes en el organismo para poder funcionar correctamente, por este motivo, el Síndrome de Piernas Inquietas puede hacerse presente en pacientes que padecen de niveles bajos de hierro en la sangre.
Si bien, para conocer la causa concreta, se recomienda acudir con un médico para que realice el óptimo diagnóstico, algunas de las posibles causas son las siguientes:
- Antecedentes familiares.
- Anemia.
- Insuficiencia renal.
- Polineuropatía.
- Embarazo.
- Consumo de determinados fármacos, entre otras causas.
- Disminución de los niveles de ferritina en el organismo.
¿Qué consecuencias tiene?
Aunque esta enfermedad puede llegar a ser crónica y progresiva, dentro de sus consecuencias no genera algún padecimiento grave, pero sí puede generar diversas desventajas que afectan la calidad de vida del individuo que lo padece.
- Insomnio.
- Somnolencia durante el día.
- Ansiedad.
- Depresión.
Recomendaciones:
Algunas recomendaciones para tratar de aliviar los síntomas de esta enfermedad y descansar mejor por las noches son las siguientes:
- Estar en movimiento.
- Hacer ejercicios de estiramiento.
- Baños de agua tibia.
- Masajes.